OREMOS PARA QUE EL SANTO PADRE CONSAGRE RUSIA AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA, TAL Y COMO LO PIDIÓ LA SANTÍSIMA VIRGEN EN FÁTIMA

Monseñor Marcel Lefebvre

"... sin ninguna rebelión ni amargura ni resentimiento, proseguiremos nuestra obra a la luz del Magisterio de siempre convencidos de que no podemos rendir mayor servicio a la Iglesia, al Papa y a las generaciones futuras. Y seguiremos rezando para que la Roma actual infestada de modernismo llegue a ser otra vez la Roma Católica..."

Ramiro de Maeztu

"Venid con nosotros, porque aquí, a nuestro lado, está el campo del honor y del sacrificio; nosotros somos la cuesta arriba, y en lo alto de la cuesta está el Calvario, y en lo más alto del Calvario, está la Cruz."

"Vosotros no sabéis por qué me matáis, pero yo sí sé por lo que muero, para que vuestros hijos sean mejores que vosotros"

viernes, 21 de mayo de 2010

MES DE MAYO, MES DE MARÍA


SANTIDAD DE MARÍA

¡Admirable santidad la tuya, Madre mía! Predestinada para ser en la tierra madre del Santo de los Santos, de la Santidad misma, ¡de qué dones, gracias, carismas y virtudes debió de enriquecerte...! Tú fuiste el riquísimo estuche que encerró la inapreciable joya de Jesús... Y si las almas se santifican en el trato con Dios, Tú, Madre mía, Tú "Templo de Dios", "Sagrario del Espíritu Santo", Madre de Dios, ¡qué maravilla de perfección y santidad eres...!

Brota en tu alma, Madre mía, otra fuente de santidad no menos rica. Bien puedes decir: "Mi amado para mí y yo para El!, porque si Dios "te eligió y reeligió", como dice la Iglesia, ¡qué dedicación y consagración la tuya a El...! Tu vida es un continuo acto de amor a Dios esencia y resumen de toda santidad... ¡Santa Madre mía!


MARÍA, REINA

No hay imperio como el tuyo, Madre mía. El cielo y la tierra, los ángeles y los hombres, el mismo Dios, tu Hijo, te obedecen... Vestida del sol, calzada de la luna, coronada de estrellas, a la diestra del mismo Dios, levantas el cetro amable de tu poder... Los hombres jamás pudimos soñarla como Tú...

Eres mi Reina, Madre mía, por todos los títulos... Los tienes todos a mi veneración y cariño. ¿Hay poder, y belleza y bondad y benignidad como la tuya? ¡Qué grato vivir bajo tu cetro! Mi alma y mi vida, como si no tuvieses tantos títulos a su veneración y afecto, te eligen su Reina por aclamación... ¡Reina y Madre mía! ¡Vasallo e hijo tuyo!

Propósito.- Haz frecuentes actos de presencia de Dios y aclama a María por Reina tuya.

"Mes de Mayo brevísimo" del R. P. Juan R. de Legísima, O.F.M.

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