Un grupo “organizado” de más de 200 varones de entre 14 y 20 años protagonizaron este miércoles un “brutal ataque” contra efectivos de la Jefatura Superior de la Policía Nacional de Ceuta después de que estos arrestasen a un ciudadano marroquí de 43 años como presunto responsable del robo, minutos antes, de un vehículo a una pareja de franceses.
Según informó la Jefatura a través de un comunicado de prensa, cuando parte de los agentes actuantes procedían a informar al detenido, cuya identidad responde a las iniciales M.M., de sus derechos y asistían a las víctimas del robo sus compañeros fueron rodeados por vecinos de la barriada del Príncipe Alfonso, anexa a la frontera del Tarajal, mientras eran incitados por el arrestado.
“Inmediatamente tales personas, sin cesar de proferir insultos y amenazas, comenzaron a lanzar piedras sobre los policías, que se vieron en la necesidad de solicitar la colaboración de otras dotaciones policiales”, prosiguió el relato policial. Cuando estas llegaron al lugar de los hechos el grupo, repartido en grupos pequeños y ocultando algunos sus rostros con pasamontañas y otras prendas de vestir, superaba ya las 200 personas.
La Policía detectó signos evidentes de “organización” entre los atacantes y constató la presencia de personas “que impartían instrucciones a los agresores”. Entre estos cabecillas fue reconocido uno de los autores del robo inicial acompañado “de individuos que habitualmente forman grupo con él”.
“El ataque fue especialmente violento”, según denunció la Jefatura, que explicó que dos patrullas y tres agentes de los 20 desplazados fueron alcanzadas por las pedradas de los agresores durante la media hora que duró la refriega, de la que las dotaciones no pudieron zafarse hasta hacer uso de material antidisturbio.
SEGUNDA EMBOSCADA
Cinco horas después de este primer incidente, que tuvo lugar a las 19,30 horas, varias dotaciones de la Policía Nacional y la Local fueron víctimas de otra emboscada en los polígonos del Tarajal, ubicados junto a la frontera y al Príncipe Felipe.
Los agentes, que se habían desplazado hasta la zona para proteger a los bomberos requeridos para apagar el incendio de un automóvil, fueron apedreados desde alturas próximas por un grupo de alborotadores que causaron daños en un vehículo policial. “Como en el caso anterior fue preciso el empleo de material antidisturbios para repeler la agresión y disolver a los atacantes”, detalló la Jefatura.
Según informó la Jefatura a través de un comunicado de prensa, cuando parte de los agentes actuantes procedían a informar al detenido, cuya identidad responde a las iniciales M.M., de sus derechos y asistían a las víctimas del robo sus compañeros fueron rodeados por vecinos de la barriada del Príncipe Alfonso, anexa a la frontera del Tarajal, mientras eran incitados por el arrestado.
“Inmediatamente tales personas, sin cesar de proferir insultos y amenazas, comenzaron a lanzar piedras sobre los policías, que se vieron en la necesidad de solicitar la colaboración de otras dotaciones policiales”, prosiguió el relato policial. Cuando estas llegaron al lugar de los hechos el grupo, repartido en grupos pequeños y ocultando algunos sus rostros con pasamontañas y otras prendas de vestir, superaba ya las 200 personas.
La Policía detectó signos evidentes de “organización” entre los atacantes y constató la presencia de personas “que impartían instrucciones a los agresores”. Entre estos cabecillas fue reconocido uno de los autores del robo inicial acompañado “de individuos que habitualmente forman grupo con él”.
“El ataque fue especialmente violento”, según denunció la Jefatura, que explicó que dos patrullas y tres agentes de los 20 desplazados fueron alcanzadas por las pedradas de los agresores durante la media hora que duró la refriega, de la que las dotaciones no pudieron zafarse hasta hacer uso de material antidisturbio.
SEGUNDA EMBOSCADA
Cinco horas después de este primer incidente, que tuvo lugar a las 19,30 horas, varias dotaciones de la Policía Nacional y la Local fueron víctimas de otra emboscada en los polígonos del Tarajal, ubicados junto a la frontera y al Príncipe Felipe.
Los agentes, que se habían desplazado hasta la zona para proteger a los bomberos requeridos para apagar el incendio de un automóvil, fueron apedreados desde alturas próximas por un grupo de alborotadores que causaron daños en un vehículo policial. “Como en el caso anterior fue preciso el empleo de material antidisturbios para repeler la agresión y disolver a los atacantes”, detalló la Jefatura.
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