Si hubiéramos podido estar al pie de la Cruz con María, la madre de nuestro Señor y madre nuestra, y encontrarlo a Él en el misterio de su gloriosa y victoriosa Resurrección hace dos mil años, no podríamos haber estado más presentes al misterio pascual, el acto de nuestra redención, que lo que lo estamos en la Consagración del Santo Sacrificio de la misa
Una reflexión necesaria de Alberto Buela
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Me envía mi amigo Alberto Buela, filósofo argentino alineado con el
peronismo histórico (el bueno, no esa caricatura izquierdista llamada más
propiamente...
Hace 3 horas
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