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Padre Eladio López Ramos, Sacerdote de los Sagrados Corazones |
Ejercía su ministerio en la madrileña iglesia de Cristo Rey; nacido
en Lacoro (Ourense) en 1904, tenía 31 años cuando lo mataron en Madrid el 8 de
agosto de 1936. Tenía un hermano sacerdote en la misma congregación y una
hermana religiosa. Profesor de niños en Madrid, en febrero de 1936 ingresó en
la Cartuja "Aula Dei" de Zaragoza, pero por falta de salud volvió a Madrid. Al
estallar la revolución, se refugió en una pensión, declarando que era sacerdote
y que estaba dispuesto a realizar el sacrificio de su vida, si el Señor se lo
pedía. La dueña era católica practicante, pero tenía a su servicio a una
muchacha que decía que a los sacerdotes había que matarlos a todos, y que
denunció al padre Eladio a milicianos de un Ateneo Libertario (CNT) que se
presentaron el 7 de agosto en la pensión preguntando por los tres sacerdotes
que había en ella. Se los llevaron y los dejaron en libertad, de momento, pero
volvieron por ellos al día siguiente. Cuando fueron a su habitación, el Padre
Eladio confesó llanamente que no tenía documentación y que era sacerdote,
que podían hacer con él lo que quisiesen. Esa misma noche fue condenado a
muerte y fusilado, apareciendo su cadáver en la mañana del día 8 de agosto
de 1936. Fue reconocido por su Superior Provincial, en el Depósito Judicial.
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Padre Teófilo Fernández de Legaria Goñi, Sacerdote de los Sagrados Corazones |
Mártir en El Escorial el 11 de agosto de 1936. Natural de
Torralba del Río (Navarra), nació el 5 de julio de 1898. Profesó el 1 de
septiembre de 1916. Ordenado sacerdote el 22 de septiembre de 1923, en
Santander. Por sus excelentes cualidades fue enviado a estudiar en Roma, donde
alcanzó el grado de doctor en Sagrada Teología, en la Pontificia Universidad
Gregoriana, en julio de 1925. A los 28 años era vice-rector del Colegio en
Madrid. Dos años después era ya el Superior del mismo, alternando sus múltiples
ocupaciones con la dirección espiritual de las Asociaciones de Licenciados y
Doctores y la de San Cosme y San Damián. Al mismo tiempo lograba la
Licenciatura en Filosofía y Letras en la Universidad de Salamanca.
Se distinguió de modo especial en la defensa de los
derechos de la Iglesia Católica en los difíciles años de la República española,
promoviendo la Hermandad de San Isidoro de Sevilla. En agosto de 1935 fue
nombrado Superior y Director del Escolasticado de la Congregación en El
Escorial. Durante su breve Superiorato dejó un recuerdo imborrable entre sus
alumnos. Su paso por el escolasticado fue una gracia especial. Su actividad fue
increíble; su celo, extraordinario, inculcando en los alumnos una veneración y amor
grandes hacia el sacerdocio.
Al producirse en julio el Alzamiento nacional estaba en
El Escorial con profesores y jóvenes estudiantes. Convirtió la Casa en hospital
de sangre, quedándose él como director del hospital y los profesores y jóvenes
como enfermeros. Ante el peligro que corrían, a los pocos días se llevaron a
Madrid, en camiones, a los profesores y estudiantes.
El se quedó cuidando la casa con cuatro Hermanos legos,
ya de edad. A los tres días llegó un miliciano con heridos, y reconoció al P.
Teófilo, por haber recibido de él muchos favores en Madrid, siendo Superior del
Colegio. Lo denunció y exigió que desapareciese de la Casa. Aquella misma noche
vinieron con dos coches y mientras cenaba él con médicos y enfermeros se lo
llevaron, pistola en mano. Sin juicio alguno, fue conducido a las afueras de El
Escorial, a tres kms., y en el lugar llamado "La Piedra del
Mochuelo", después de haberle dejado rezar y escribir unas líneas a su
madre, lo fusilaron por la espalda mientras iba a ponerse en el paredón. Su
cuerpo, con el de otros tres sacerdotes de El Escorial, que asesinaron minutos
después, apareció al día siguiente, en dicho lugar. Fue inhumado en el
Cementerio de San Lorenzo de El Escorial. Tenía 38 años de edad.