Mira cómo cae Satanás como un relámpago del cielo al infierno, por un solo pecado |
Mira, hija mía, cómo castigó Dios a los Ángeles,
criaturas nobilísimas, por un solo pecado de pensamiento… más de cinco mil años
que están en este lugar de tormentos… y es como si hoy empezasen: para siempre,
siempre, siempre penarán, y sin provecho… Ahora tus sufrimientos son
aceptables, hija mía; di, pues, conmigo a vista del infierno, que tú quizás has
merecido muchas veces: Dios mío, o morir o padecer en satisfacción de mis
pecados.
Pondera cómo castigó Dios un solo pecado de desobediencia
en Adán. Por este pecado entró la muerte en el mundo, y con ella todas las
enfermedades, tristezas, dolores y penalidades sin cuento a que estamos sujetos
todos sus descendientes… Un solo pecado bastó para convertir el paraíso de
deleites en valle de lágrimas y quebrantos que durarán lo que dure el mundo…
¡Oh alma mía! Mal sobre mal es el pecado, pues Dios, a pesar de ser bueno y
justo, que tanto ama al hombre, así lo castiga ya en este mundo… Yo aborrezco,
pues, el pecado, Dios mío, y repetiré ahora y siempre: Húndase todo antes que
ofender a Dios con un solo pecado. Primero morir que pecar.
Santa Teresa de Jesús
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