SAN ANTONIO Y LOS PRISIONEROS DE GUERRA
La protección de San Antonio se extiende a todas las necesidades y no hay sector de la vida que no se beneficie de su celestial influencia.
Dura fue la guerra civil Española contra al Comunismo. No había cuartel para los católicos. La suerte de los prisioneros era dura y angustiosa. También ellos participaron, sin embargo, de la solicitud del Santo. Las cartas que en este sentido se escribieron son consoladoras.
Un militar escribía: “Iba a caer prisionero; me vi rodeado de fieros comunistas; pero recé un Padrenuestro a San Antonio y me vi libre sin saber cómo”
Otro decía: “Después que estaba prisionero y sentenciado a muerte, invoqué a San Antonio y me perdonaron la vida”
Un tercero afirmaba: “Estaba en la cárcel, esperando ser fusilado a San Antonio me salvó la vida porque le prometí una novena”
Otro, por fin, aseguraba: “Pedí
Sin duda, la influencia del Santo cambió la voluntad de los dirigentes a favor mío.
Del libro “Milagros de San Antonio” de Fray Antonio Corredor García
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