Mons. Pablo Barrachina
Obispo de Origuela- Alicante (1954-1989)
El Alcázar, 16 de Agosto de 1985
Un crimen sangriento ha empezado a practicarse en España… Se ha iniciado el sacrificio de decenas, centenares o millares de niños inocentes en el seno de sus madres, a tenor de una ley sancionada por el Rey y por el Presidente Felipe González…
Se han desoído todas las voces en contra… Los gobernantes han hecho oídos sordos…
El crimen está en marcha, y todos los que nos sentimos humanos o cristianos tenemos la obligación de seguir condenándolo públicamente… Y es preciso traer a la memoria que se engañó formalmente, por parte de los aspirantes al poder antes de las elecciones, a demasiados católicos, a ciertos religiosos, religiosas y clérigos, diciéndoles que no tenían nada que temer. Y por sus votos, la mayoría socialista y marxista nos ha impuesto la presente ley inmoral.
Piense cada uno a quién le entregó su voto en su día. Piense cada uno qué cooperación está prestando ahora mismo.
El Estado Español se ha desentendido de estas verdades (las de la doctrina de la Iglesia)… Por lo que no puede afirmarse con verdad que la relaciones Iglesia-Estado sean normales.
Un crimen sangriento ha empezado a practicarse en España… Se ha iniciado el sacrificio de decenas, centenares o millares de niños inocentes en el seno de sus madres, a tenor de una ley sancionada por el Rey y por el Presidente Felipe González…
Se han desoído todas las voces en contra… Los gobernantes han hecho oídos sordos…
El crimen está en marcha, y todos los que nos sentimos humanos o cristianos tenemos la obligación de seguir condenándolo públicamente… Y es preciso traer a la memoria que se engañó formalmente, por parte de los aspirantes al poder antes de las elecciones, a demasiados católicos, a ciertos religiosos, religiosas y clérigos, diciéndoles que no tenían nada que temer. Y por sus votos, la mayoría socialista y marxista nos ha impuesto la presente ley inmoral.
Piense cada uno a quién le entregó su voto en su día. Piense cada uno qué cooperación está prestando ahora mismo.
El Estado Español se ha desentendido de estas verdades (las de la doctrina de la Iglesia)… Por lo que no puede afirmarse con verdad que la relaciones Iglesia-Estado sean normales.
Mons. José Guerra Campos
Obispo de Cuenca (1973-?)
PECADORES PÚBLICOS EN MATERIA DE ABORTO
Los católicos que en cargo público, con leyes o actos de gobierno, promueven o facilitan (y en todo caso protegen jurídicamente) la comisión del crimen del aborto, no podrán escapar a la calificación de pecadores públicos. Como tales habrán de ser tratados.
Del libro "Los Obispos denuncian al P.S.O.E."
No hay comentarios:
Publicar un comentario