LA CRUZADA SE DETIENE
Por fin parece posible la realización de la Cruzada del Papa Calixto III, pero poco después de la victoria de Belgrado muere Juan Corvino víctima de la peste y meses más tarde, San Juan de Capistrano (23 de octubre de 1456), agotado en su ancianidad septuagenaria por los esfuerzos de la Cruzada. La apatía de los príncipes cristianos se repite. No obstante, con el apoyo del príncipe albanés Jorge Castriota, de Alfonso V de Aragón y Nápoles y del nuevo rey de Hungría, Matías Corvino, se consiguen algunas victorias sobre el turco como la de la armada pontificio-aragonesa en Metelino y la de Castriota en Tomorniza (1457). Con casi 80 años de edad, sin poder ver la liberación de Constantinopla, fallece Calixto III en Roma, piadosamente, el mismo día de la festividad de la Transfiguración del año 1458. El Cielo rubrica así la trayectoria de un Papa que había salvado a Europa. Sus detractores le acusarán de nepotismo, olvidando que en tan difíciles circunstancias era lógico que se rodease de personas de su confianza, una de las cuales fue su sobrino Rodrigo de Borja, futuro Alejandro VI.
RODRIGO DE BORJA
Nace en Játiva en 1431 del matrimonio formado por Cofre-Gil de Borja e Isabel de Borja (hermana del papa Calixto III). Es llamado a Italia por su tío, a la sazón cardenal, y estudia en Bolonia, donde se doctora en derecho canónico el año 1456. Ese mismo año es creado cardenal de San Nicolás “in carcere” por su tío, ya pontífice, el cual le nombra además gobernador de la Marca de Ancona. Al año siguiente es designado comisario de las tropas pontificias en Italia y vicecanciller de la Iglesia Romana. Conservó este alto empleo hasta su elevación al papado. Calixto III le concedió en 1457 el obispado de Gerona en administración, dejándolo al cabo de un año al recibir de la misma forma el de Valencia que retuvo hasta su ascensión al pontificado.
Los papas Pío II y Paulo II no le dieron especiales muestras de aprecio, reprochándole el primero su vida desarreglada. Sin embargo, el cardenal de Borja coadyuvó con una nave armada a la cruzada contra los turcos promovida por Pío II.
Las cosas cambiaron con Sixto IV. El mismo año de su elevación al pontificado (1471), Borja es uno de los 4 legados designados para buscar armas y dinero para la Cruzada; con tal fin, estuvo en España en 1472 y 1473, obteniendo una fuerte contribución económica del clero, y apoyando a Isabel y Fernando. Sixto IV le había hecho obispo titular de Albano (1471), siendo ordenado probablemente sacerdote entonces, y en 1476 fue trasladado al obispado de Porto, cargo que llevaba consigo el decanato del sacro colegio cardenalicio. En 1491, además de ser obispo de Porto y de Valencia, detentaba los obispados de Cartagena, Mallorca y Erlau (Hungría), así como otros muchos beneficios eclesiásticos. Pocos cardenales le superaban en riqueza. El 11 de agosto de 1492, es elegido papa adoptando el nombre de Alejandro VI. (Continuará...)
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