Cor Jesu, domus Dei et porta caeli, miserére nobis! |
Abridme vuestro Sagrado Corazón, ¡oh Jesús! y mostradme sus atractivos. Unidme a Él para siempre. Haced que todas las aspiraciones y los latidos de mi corazón, que no cesan ni durante la noche, sean para Vos un testimonio de mi amor y os diga: ¡Si, oh señor, soy todo vuestro; la prenda de vuestra alianza está sobre mi corazón y no cesará jamás! Recibid el poco bien que hago y dignaos hacerme la gracia de reparar todo el mal, para que pueda bendeciros en el tiempo y en la eternidad. Así sea.
Card. Merry del Val
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