¡Oh Jesús! Introdúceme en el misterio de tu Pasión,
asóciame a ella, para que sea digno de participar de la gloria de tu Resurrección
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Alaba do seas, Dios misericordiosísimo, que, siendo
miserables y estando desterrados, prisioneros y condenados, quisiste redimirnos
y exaltarnos mediante la Pasión, el dolor y la pobreza de tu Hijo.
Yo corro hacia tu Cruz, ¡oh Cristo!; voy en busca del
dolor, del desprecio, de la pobreza; deseo con todas mis ansias transformarme
en ti, ¡oh Dios-Hombre! Pasionario, que me amaste hasta querer sufrir una
muerte horrenda y vergonzosa, con el único fin de salvarme y para darme ejemplo
de cómo he de padecer por tu amor las adversidades. En la conformidad contigo,
Crucificado, que para borrar mis culpas has querido morir ignominiosamente
entregándote como víctima a los dolorosos tormentos, está mi perfección y la
señal de mi amor. ¡Oh mi Dios pasionario! Solamente leyendo el libro de tu vida
y de tu muerte aprenderé a conocerte y a penetrar en tu misterio. Dadme, pues,
un profundo espíritu de oración, una oración devota, humilde, atenta, brotada
no solamente de la boca, sino del corazón y de la mente, para poder
comprender las enseñanzas de tu Pasión
Beata Ángela de Foligno
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