Vengo de una familia modesta. Derroché inteligencia y tuve
suerte, y he ganado el dinero a pulso. Un día entré en política porque Dios me
pidió que entrara. Sólo por eso. Cuando me aclaman como "caudillo Blas
Piñar" procuro mirar hacia lo Alto y la Providencia se encarga de darme
los latigazos suficientes para no caer en la tentación de creérmelo.
Nunca he sido el notario de los ricos ni de las grandes
empresas. He sido el notario de la clase media para abajo. Por entrar en
política perdí clientes importantes a los que podría perjudicar mi imagen. La
política me cuesta dinero, por eso y por las subvenciones que doy al partido.
Declaraciones de Blas Piñar, recogidas por El País de 7 de noviembre
de 1980, durante un almuerzo con el grupo periodístico Crónica.
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¡¡¡CAUDILLO BLAS PIÑAR, PRESENTE!!!
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