Ad Iesum per Mariam
MARÍA, PUERTA DEL CIELO
Día triste aquel, Madre mía, en que la madre de todos los mortales, Eva, salió llorando del paraíso y vio cerrarse tras sí las puertas del Edén… En las negruras de este día, sólo brilla, como luz de esperanza, la profecía de Aquel que, siendo el Cielo, te escogería a Ti como dorada Puerta suya… Eva nos las cerrará. Tú, no sólo las abres, sino que eres la misma Puerta del Cielo, Jesús…
Por Ti, Madre mía, se va a Jesús… Encontrarte a Ti es encontrarle a El… Para ir a El, es preciso ir por Ti… Sois inseparables… Por eso eres Puerta de la eterna vida, en donde Jesús, tu Hijo es la Vida eterna de los suyos… ¡Qué dicha, Madre mía, que Tú seas mi Puerta del cielo…!
MARÍA, TRONO DE DIOS
Nunca, Madre mía, adoro a Jesús con tanta ternura como al verle entronizado en tu virginal regazo… La epifanía de Belén y del Clavario es perpetua para mí… Muéstrase Jesús a las almas en Belén, entronizado en tu regazo maternal, como en solio de pureza y amor, no temible, sino dulce y adorable. El Divino Niño me invita a caer de rodillas ante El… Muéstase en el Calvario, yerto en tus brazos, Madre mía, muerto por mí, amando, perdonando, redimiendo…
Quiero, Madre mía, adorar a Jesús en tus virginales brazos, unido a Ti. Así serás más mío, porque veré en El a tu Hijo y a mi Hermano, y a Ti en medio, reconciliándome con El… ¡Papel adorable de una Madre como Tú!...
Propósito.- Da rendidas gracias a María, porque te abrió las puertas del cielo y fomenta la devoción a la infancia y pasión de Jesús.
Día triste aquel, Madre mía, en que la madre de todos los mortales, Eva, salió llorando del paraíso y vio cerrarse tras sí las puertas del Edén… En las negruras de este día, sólo brilla, como luz de esperanza, la profecía de Aquel que, siendo el Cielo, te escogería a Ti como dorada Puerta suya… Eva nos las cerrará. Tú, no sólo las abres, sino que eres la misma Puerta del Cielo, Jesús…
Por Ti, Madre mía, se va a Jesús… Encontrarte a Ti es encontrarle a El… Para ir a El, es preciso ir por Ti… Sois inseparables… Por eso eres Puerta de la eterna vida, en donde Jesús, tu Hijo es la Vida eterna de los suyos… ¡Qué dicha, Madre mía, que Tú seas mi Puerta del cielo…!
MARÍA, TRONO DE DIOS
Nunca, Madre mía, adoro a Jesús con tanta ternura como al verle entronizado en tu virginal regazo… La epifanía de Belén y del Clavario es perpetua para mí… Muéstrase Jesús a las almas en Belén, entronizado en tu regazo maternal, como en solio de pureza y amor, no temible, sino dulce y adorable. El Divino Niño me invita a caer de rodillas ante El… Muéstase en el Calvario, yerto en tus brazos, Madre mía, muerto por mí, amando, perdonando, redimiendo…
Quiero, Madre mía, adorar a Jesús en tus virginales brazos, unido a Ti. Así serás más mío, porque veré en El a tu Hijo y a mi Hermano, y a Ti en medio, reconciliándome con El… ¡Papel adorable de una Madre como Tú!...
Propósito.- Da rendidas gracias a María, porque te abrió las puertas del cielo y fomenta la devoción a la infancia y pasión de Jesús.
"Mes de Mayo brevísimo" del R. P. Juan R. de Legísima, O.F.M.
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