Pío XI (1922-1939)
He aquí lo que en 1928 decía Pío XI en su encíclica “Mortalium animos” a propósito de las reuniones interreligiosas a las cuales prohibía firmemente que los católicos asistieran.
“Tales iniciativas no pueden recibir la aprobación de los católicos en manera alguna puesto que se apoyan en la errónea teoría de que todas las religiones son más o menos buenas y plausibles en cuanto que todas igualmente aunque de diferente manera manifiestan el sentido natural e innato que nos lleva hacia Dios y nos inclina a reconocer con reverencia su poder. A decir verdad los seguidores de esta teoría caen totalmente en el error. Pero hay más pervirtiendo la noción de la verdadera religión de hecho la está rechazando y se van hundiendo por etapas en el naturalismo y el ateísmo. La conclusión es clara: solidarizarse con los seguidores y propagandistas de tal doctrina equivale a alejarse completamente de la religión divinamente revelada”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario