La
Fraternidad San Pío X se enteró de la repentina noticia de la
renuncia del Papa Benedicto XVI, que se hará efectiva la noche del 28 de
febrero de 2013. Pese a las divergencias doctrinales manifestadas nuevamente
con ocasión de las discusiones teológicas mantenidas entre los años 2009 y
2011, la Fraternidad
San Pío X no olvida que el Santo Padre tuvo el valor de
recordar que la misa tradicional nunca había sido abrogada y de suprimir los
efectos de las sanciones canónicas aplicadas a sus obispos después de las
consagraciones de 1988. Ella no ignora la oposición que estas decisiones
suscitaron, obligando al Papa a justificarse ante los obispos del mundo entero.
Le expresa su gratitud por la fortaleza y la constancia que manifestó a su
respecto en medio de circunstancias tan difíciles y le asegura sus oraciones
por el tiempo que él desea a partir de ahora dedicar al recogimiento.
Siguiendo a su fundador, Mons. Marcel Lefebvre, la Fraternidad San
Pío X reafirma su apego a la Roma
eterna, Madre y Maestra de Verdad, y a la Sede de Pedro. Reafirma su deseo de aportar su
contribución, en la medida de sus medios, para resolver la grave crisis que
sacude a la Iglesia.
Eleva sus oraciones para que bajo la inspiración del Espíritu
Santo los cardenales del próximo cónclave elijan al Papa que, según la voluntad
de Dios, lleve a cabo la restauración de todas las cosas en Cristo (Ef. 1, 10).
Menzingen, 11 de febrero de 2013.
En la fiesta de Nuestra Señora de Lourdes.
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