Declaración de Mons. de Castro Mayer con motivo de las Consagraciones Episcopales del 30 de junio de 1988 |
Vivimos una crisis de la Iglesia sin precedentes. Crisis que toca a su
esencia, a su misma substancia, que es el Sacrificio de la Santa Misa y el
sacerdocio católico, dos misterios esencialmente unidos porque, sin el
sacerdocio, no hay Sacrificio de la
Misa , y por consiguiente ninguna forma de culto. Asimismo
sobre esta base se construye el Reino social de Nuestro Señor Jesucristo… Es
doloroso constatar la lamentable ceguera de tantos hermanos en el episcopado y
en el sacerdocio, que no ven o no quieren ver la crisis actual ni la necesidad
de resistir al modernismo reinante, a fin de ser fieles a la misión que Dios
nos ha confiado. Quiero manifestar aquí mi adhesión sincera y profunda a la
posición de su Excelencia Monseñor Marcel Lefebvre, dictada por su fidelidad a la Iglesia de todos los
siglos. El y yo hemos bebido en la misma fuente que es la de la Santa Iglesia
Católica, Apostólica y Romana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario