OREMOS PARA QUE EL SANTO PADRE CONSAGRE RUSIA AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA, TAL Y COMO LO PIDIÓ LA SANTÍSIMA VIRGEN EN FÁTIMA

Monseñor Marcel Lefebvre

"... sin ninguna rebelión ni amargura ni resentimiento, proseguiremos nuestra obra a la luz del Magisterio de siempre convencidos de que no podemos rendir mayor servicio a la Iglesia, al Papa y a las generaciones futuras. Y seguiremos rezando para que la Roma actual infestada de modernismo llegue a ser otra vez la Roma Católica..."

Ramiro de Maeztu

"Venid con nosotros, porque aquí, a nuestro lado, está el campo del honor y del sacrificio; nosotros somos la cuesta arriba, y en lo alto de la cuesta está el Calvario, y en lo más alto del Calvario, está la Cruz."

"Vosotros no sabéis por qué me matáis, pero yo sí sé por lo que muero, para que vuestros hijos sean mejores que vosotros"

martes, 8 de enero de 2013

A TI MONSEÑOR LEFEBVRE...

Marcellus Franciscus Lefebvre
* MCMV + MCMXCI
A ti, Monseñor Lefebvre,
que en la Iglesia aún hoy día
se te acusa de rebelde,
porque con gran valentía
sostuviste entre huracanes
la gran promesa que un día,
postrado ante Dios le hiciste,
ser fiel toda tu vida
a su Doctrina Sagrada
¡y a su Iglesia tan querida!
Si resultaste hoy rebelde
por rechazar la herejía,
porque hiciste se comulgue
con respeto y de rodillas.
Y porque siendo Pastor,
con profundo celo guiaste
todas las almas que Dios
a tu cuidado confió.
Si resultaste rebelde,
porque no materializas
ni alteraste el Evangelio.
Porque en el Templo o Capilla,
conservaste el santo altar
y la verdadera Misa.
Misa en latín que celebraste,
porque es la lengua que unía
a todos los sacerdotes
que ante Dios, y cada día,
sin la Torre de Babel,
¡sin fronteras, se entendían!
Y así la Iglesia de Cristo
¡unida permanecía!
Si resultaste rebelde
por no tener tu “guerrilla”,
por no mediar en secuestros,
por no ser contrabandista
de armas que aumentan Caínes.
Y si hoy es gran rebeldía
defender la Obra de Dios,
y condenar la herejía,
el crimen, y el sacrilegio
y toda inmoral doctrina,
como antes así lo hicieron
fieles Papas, fieles guías;
entonces, ¡Bendita sea,
Lefebvre, tu rebeldía!




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