OREMOS PARA QUE EL SANTO PADRE CONSAGRE RUSIA AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA, TAL Y COMO LO PIDIÓ LA SANTÍSIMA VIRGEN EN FÁTIMA

Monseñor Marcel Lefebvre

"... sin ninguna rebelión ni amargura ni resentimiento, proseguiremos nuestra obra a la luz del Magisterio de siempre convencidos de que no podemos rendir mayor servicio a la Iglesia, al Papa y a las generaciones futuras. Y seguiremos rezando para que la Roma actual infestada de modernismo llegue a ser otra vez la Roma Católica..."

Ramiro de Maeztu

"Venid con nosotros, porque aquí, a nuestro lado, está el campo del honor y del sacrificio; nosotros somos la cuesta arriba, y en lo alto de la cuesta está el Calvario, y en lo más alto del Calvario, está la Cruz."

"Vosotros no sabéis por qué me matáis, pero yo sí sé por lo que muero, para que vuestros hijos sean mejores que vosotros"

lunes, 15 de agosto de 2011

EL ESCAPULARIO VERDE

Poderoso instrumento para la conversión de almas, particularmente aquellas que no tienen Fe
“Inmaculado Corazón de María, ruega por nosotros ahora y en la hora de nuestra muerte”

El Escapulario Verde fue dado a la Hermana Faustina Bisqueyburu, religiosa de las Hermanas de la Caridad de San Vicente de Paúl.

El día 8 de septiembre de 1840, la Madre de Dios se le apareció durante la oración: tenía en la mano derecha un corazón en llamas y en la izquierda un pequeño escapulario de paño verde. En uno de los lados estaba la imagen de la Santísima Virgen; en el otro, un corazón inflamado de rayos más brillantes que el sol y transparentes como el cristal, según las propias descripciones de la vidente, el cual estaba traspasado por una espada. Alrededor, había una inscripción de forma ovalada, coronada por una cruz dorada y que decía lo siguiente: "CORAZÓN INMACULADO DE MARÍA, ROGAD POR NOSOTROS, AHORA Y EN LA HORA DE NUESTRA MUERTE". Al mismo tiempo una voz interior le explicaba el sentido: comprendió que esta imagen debía contribuir a la conversión de muchas almas, particularmente en el momento en que todo parecía perdido, para asegurar así una buena muerte.

La propia Madre de Dios dijo a Sor Faustina que podía ser bendecido, con una señal de la Cruz, por cualquier sacerdote y después cualquier persona lo podía distribuir. Se puede llevar colgado del cuello, en la cartera o en el bolso. En el caso de pecadores o enfermos que no lo acepten se lo puede dejar, aun sin saberlo ellos, en su ropa, en su cama o en su habitación.

La única obligación es decir una vez por día: "CORAZÓN INMACULADO DE MARÍA, ROGAD POR NOSOTROS, AHORA Y EN LA HORA DE NUESTRA MUERTE". Si esta jaculatoria no fuese dicha por la persona que lo trae, es necesario que alguien la diga por ella.

Muchas y extraordinarias conversiones, aun en casos desesperados, están unidas a esta devoción, pero estas gracias son mayores o menores conforme al grado de confianza que la acompañan, simbolizadas por los rayos desiguales que rodean el Corazón.

Para saber más, pinchar en la imagen.

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