OREMOS PARA QUE EL SANTO PADRE CONSAGRE RUSIA AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA, TAL Y COMO LO PIDIÓ LA SANTÍSIMA VIRGEN EN FÁTIMA

Monseñor Marcel Lefebvre

"... sin ninguna rebelión ni amargura ni resentimiento, proseguiremos nuestra obra a la luz del Magisterio de siempre convencidos de que no podemos rendir mayor servicio a la Iglesia, al Papa y a las generaciones futuras. Y seguiremos rezando para que la Roma actual infestada de modernismo llegue a ser otra vez la Roma Católica..."

Ramiro de Maeztu

"Venid con nosotros, porque aquí, a nuestro lado, está el campo del honor y del sacrificio; nosotros somos la cuesta arriba, y en lo alto de la cuesta está el Calvario, y en lo más alto del Calvario, está la Cruz."

"Vosotros no sabéis por qué me matáis, pero yo sí sé por lo que muero, para que vuestros hijos sean mejores que vosotros"

martes, 29 de julio de 2014

PASIÓN POR LA VERDAD


El mundo está lleno de filósofos y de escritores, sin embargo, sólo hay una cosa que justifica la existencia de unos y otros: la pasión de la verdad. Sin esta pasión, libros y filosofías no son más que vanidades, peligrosísimas vanidades que encienden el fuego en la tierra y atizan las llamaradas del infierno.

NUNCA HA SIDO MUY ESTAMADA POR LOS HOMBRES

Quien tiene la pasión d la verdad está dispuesto a despojarse de sí mismo, sin restricciones. Sacrificará las ideas más seductoras, los sistemas más ingeniosos, las elucubraciones más profundas y luminosas, las intuiciones más queridas, las satisfacciones más elevadas de la inteligencia y, finalmente, las formulaciones más cautivantes y las imágenes más estéticamente felices, para austeramente buscar y manifestar la verdad, sólo la verdad, que es siempre dura para nuestra condición humana, por causa de su esencial transcendencia.

Más aún. La verdad nunca ha sido muy estimada por los hombres, y es positivamente despreciada en nuestros días. La verdad es una e inmutable, pero los hombres aman el espectáculo variado de las apariencias que se suceden; la verdad es eterna, pero los hombres siguen las modas; la verdad es seria y los hombres son frívolos; la verdad apunta el deber, al paso que los hombres quieren los placeres; en fin, la verdad es rígida y los hombres no tienen fibra.

NO ES SÓLO UNA CUESTIÓN EPISTEMOLÓGICA O METAFÍSICA

Por lo tanto, quien tiene la pasión de la verdad se expone, necesariamente, a la antipatía de los hombres, pero preferirá la verdad a los bienes temporales, a la carrera, a la fama y a la propia reputación. Será perseguido y acusado por los que prostituyen la verdad haciendo de ella un simple instrumento de su infatuación y codicia.

Pero esto no es todo. La pasión de la verdad puede llevarlo a enmudecer durante años, mientras los otros se alzan ante la opinión y la crítica, por su producción de obras literarias y filosóficas. Sin embargo, permanecerá callado hasta que surja el único motivo que le hará manifestarse: dar testimonio de la verdad.

Ante lo que acabo de decir, usted podrá retrucar que en vez de indicar el camino de la filosofía he indicado el de la santidad. Es un hecho. Únicamente quiero destacar que, para quien tiene la vocación de los estudios filosóficos, la perfección espiritual se llama pasión de la verdad. Para nosotros, católicos, la verdad no es sólo una cuestión epistemológica o metafísica, es la segunda Persona de la Santísima Trinidad, el Verbo de Dios que se encarnó para salvarnos.

Plinio Corrêa de Oliveira

jueves, 17 de julio de 2014

17 DE JULIO, EL TRIUNFO DE LA SANTA CRUZ


Cuenta la crónica del Arzobispo de Toledo, D. Rodrigo, cómo el Rey Don Alfonso VIII de Castilla, llamado el Bueno, quiso humillar al moro y asestarle un golpe decisivo; para lo cual reunió gran contingente de fuerzas de todo su reino, y hasta pidió refuerzos a los Reyes de Aragón, Pedro II, y  de Navarra, Sancho VII, e indulgencias al Papa Inocencio III para los que se alistasen en la Cruzada contra la Media Luna.
El punto de cita fue Toledo. Salieron todos de allí, soldados reyes y obispos; y penetrando en tierras invadidas por el Islam, al quinto día lograron tomar la posición fuerte de Calatrava. Luego se rindió también Alarcos, adonde vino a agregárseles el Rey Navarro con sus huestes.
El moro se aprestaba en Jaén para el ataque; pero entre tanto, la caballería cristiana había ya ocupado las alturas, y el grueso del ejército acampaba en la meseta de las Navas de Tolosa.

Entraron por fin en refriega, no sin prepararse antes con una sincera confesión de sus culpas y la recepción del Cuerpo de Cristo; y recibida la bendición del arzobispo D. Rodrigo, entraron en reñida lid. Pero al fin los moros aflojaron, sufriendo una sangrienta derrota, y saliendo victoriosos los cristianos, meced a la protección del cielo, pues, la Santa Cruz se les vino a aparecer en los aires en el momento más álgido, prestando bríos a los ejércitos cristianos. La imagen de la Virgen María, bordada en el estandarte regio, amedrentó también al moro, y el mismo San Isidro Labrador acudió a alentar al monarca castellano en el trance más apurado.


ORACIÓN

¡Oh Dios!, que, por tu Cruz, has querido conceder al pueblo que en ti cree, el triunfo contra sus enemigos; te suplicamos que otorgues siempre la victoria y el honor a los que, por tu bondad, adoran tu Santa Cruz. Tú que vives y reinas. AMÉN

martes, 1 de julio de 2014

PRETIOSISSIMI SANGUINIS D.N.I.C.

¡Oh Jesús que me has redimido con tu Sangre! haz que tu Sangre produzca en mí todo su fruto

¡Oh Amor Dulcísimo de Jesús! Para fortalecer mi alma, para librarla de la debilidad en que había caído por el pecado, la has rodeado de un muro de cal amasada con la abundancia de tu Sangre que hace al alma unirse y abrazarse a la dulce voluntad y caridad de Dios. Y, como para juntar piedra con piedra se pone cal amasada con agua, así Tú, Dios mío, has puesto entre Ti y la criatura la Sangre de tu Unigénito Hijo, amasada con la cal viva del fuego de tu ardentísima caridad; de modo que no hay sangre sin fuego ni fuego sin sangre. Tu Sangre fue derramada, ¡oh Cristo!, con el fuego del amor.


Santa Catalina de Sena