Monseñor Marcel Lefebvre
"... sin ninguna rebelión ni amargura ni resentimiento, proseguiremos nuestra obra a la luz del Magisterio de siempre convencidos de que no podemos rendir mayor servicio a la Iglesia, al Papa y a las generaciones futuras. Y seguiremos rezando para que la Roma actual infestada de modernismo llegue a ser otra vez la Roma Católica..."
Ramiro de Maeztu
"Venid con nosotros, porque aquí, a nuestro lado, está el campo del honor y del sacrificio; nosotros somos la cuesta arriba, y en lo alto de la cuesta está el Calvario, y en lo más alto del Calvario, está la Cruz."
"Vosotros no sabéis por qué me matáis, pero yo sí sé por lo que muero, para que vuestros hijos sean mejores que vosotros"
"Vosotros no sabéis por qué me matáis, pero yo sí sé por lo que muero, para que vuestros hijos sean mejores que vosotros"
miércoles, 29 de enero de 2014
martes, 28 de enero de 2014
lunes, 27 de enero de 2014
SOBRE LA ENTRADA ANTERIOR...
Al terminar de publicar la entrada anterior, recordé una ya
publicada hace algunos años, que viene muy a cuento. Para leer AQUÍ
domingo, 26 de enero de 2014
EL COLMO DE LOS COLMOS...
Apoyo del rabino Skorka y la DAIA a decisión del Papa en
investigar a Pío XII
El Papa Francisco y el Rabino Skorka |
DOMINICA III POST EPIPHANIAM
¡Oh Divino Salvador!, yo también soy un pobre leproso,
acógeme: “Si quieres puedes limpiarme”
|
El Evangelio de hoy (Mt 8, 1-13), nos presenta dos
milagros de Jesús, que constituyen profundas lecciones de humildad de fe y de
caridad.
He aquí la fe humilde del leproso: “Señor. Si quieres,
puedes limpiarme”. Tan seguro está de que Jesús puede sanarle, que la única
condición que espera para ser curado es la determinación de su voluntad. La fe
cristiana no se pierde en sutiles razonamientos, su lógica es simplicísima:
Dios puede hacer todo lo que quiere; basta, pues, que Él quiera. Y el leproso
ni siquiera insiste para que Jesús quiera; quien vive la fe sabe que la
voluntad de Dios es la cosa más conveniente para nosotros, aunque nos deje en
medio del sufrimiento, y por lo tanto más que insistir prefiere abandonarse a
su divino beneplácito.
Viene después el centurión: el soberbio y potente soldado
romano no se avergüenza de ir personalmente a interceder ante Jesús, un
galileo, a favor de su siervo paralítico; y Jesús, conmovido por ese acto de
humildad y caridad, le contesta inmediatamente; “Yo iré y le curaré”. Pero el
centurión replica: “Yo no soy digno de que entres en mi techo, di sólo una
palabra y mi siervo será sano”; aquí la humildad se hace todavía más profunda y
la fe llega al máximo: no hay necesidad de que el Señor se mueva, su poder es
tan grande que basta una sola palabra suya pronunciada a distancia para
realizar cualquier milagro. El mismo Jesús “se maravilló y dijo a los que le
seguían: “En verdad os digo que en nadie de Israel he hallado tanta fe”. ¿No es ésta quizás una queja del Salvador contra
muchos que viven tan cerca de Él, quizá en su
misma casa, recibiendo de Él
continuos beneficios, y cuya fe languidece frecuentemente y se hace
estéril?
viernes, 24 de enero de 2014
SOBRE EL CASTIGO DEL PECADO MORTAL
¡Perdona, Jesús mío, mis muchos pecados y faltas, que así te dejaron! |
Debes, hija mía, cobrar un grande… infinito, y sempiterno
horror al pecado, porque es la única cosa que puede hacerte eternamente infeliz…
y como yo me intereso por tu eterna felicidad, como madre que te amo con tiernísimo
amor, quiero que ponderes detenidamente los tormentos que Dios ha ordenado para
castigarlos, para que llores tus pecados y nunca más vuelvas a cometer ni uno
solo.
Reflexiona por ello qué cosa es el infierno… y verás que es lugar de tormentos,
que el odio que un Dios infinitamente Santo y poderoso tiene al pecado ha
criado para su castigo… imagina toda clase de tormentos… los mayores y más
inauditos, de hambre, peste, fuego; enfermedades, dolores, rabia, muerte… todos
están en este lugar castigando los pecados… y no un día, sino eternamente… para
siempre, siempre, siempre… ¡Dios mío! ¿Y vos sois Dios misericordioso y justo,
y así castigáis los pecados?... ¡Oh, que debe ser un mal, sobre todo mal el
pecado!... Yo, pues, lo detesto con todo mi corazón… Húndase el mundo antes que
cometer un solo pecado.
Santa Teresa de Jesús
UNA IMAGEN VERGONZOSA
¿Quién es el mentiroso sino el que niega que Jesús es Cristo?
He aquí el Anticristo, el que niega al Padre y al Hijo. Cualquiera que niega al
Hijo, no posee tampoco al Padre; quien confiesa al Hijo, posee también al Padre
(1 San Juan, 2, 22-23)
El Santo Padre, bebiendo, comiendo y confraternizando, de
manera simple y chabacana, en plan de taberna inmunda, con los que mataron a
nuestro Señor Jesucristo y han querido y buscado, siempre, la destrucción de nuestra
Santa Madre la Iglesia Católica…
¿Cuándo vendrá el ángel exterminador?
viernes, 17 de enero de 2014
SOBRE EL PECADO MORTAL y III
Filios
enutrivi et exaltavi; ipsi autem spreverunt me (Is., 1, 4)
|
Es grandísima limosna rogar por los que están en pecado
mortal; muy mayor que si viésemos a un cristiano atadas las manos con una
fuerte cadena, y él amarrado a un poste, muriéndose de hambre, y no por falta
de que coma, que tiene ante si muy exquisitos manjares, sino que no los puede
tomar para llegarlos a la boca, y aun está con grande hastío, y ve que ya va a
espirar, y no muerte como acá, sino eterna. ¿No sería crueldad, hija mía,
estarle mirando y no llegarle a la boca lo que comiese? ¿Pues qué si por tu
oración le quitasen las cadenas? Ya lo ves, hija mía: por amor de Dios te pido
que siempre tengas acuerdo en tus oraciones de almas semejantes… Y si fuese la
tuya, por desgracia, hija mía, ¡oh, ten compasión de ella! Arrepiéntete… haz
una buena confesión… y torna a recobrar la hermosura y gracia de tu alma, y
serás feliz.
Santa Teresa de Jesús
sábado, 11 de enero de 2014
¿POR QUÉ TRABAJAS?
Siguiendo
la serie de entradas (ver AQUÍ, AQUÍ y AQUÍ),
sobre el tema del trabajo, que hemos tenido un toco abandonadas, continuamos
con esta…
El significado de nuestro trabajo es predicar con el ejemplo, llevando a Dios a nuestro día a día y al de los demás |
El trabajo es, además, medio de apostolado. Comenzando
por el apostolado del ejemplo y continuando por la labor de proselitismo,
particularmente eficaz en ese influjo horizontal del igual por el igual.
Es también medio de solidaridad entre los que participan
de una tarea común en las grandes “colmenas de trabajo” que son las empresas
modernas.
Conocemos más de un obrero que se dejó conquistar por
Cristo ante el ejemplo de un compañero que, por amor a los demás, cargaba
siempre sobre sí los trabajos más penosos.
DOS BOTONES DE MUESTRA
Norteamérica. A un profesor de una Escuela de Ingenieros
le ofrecen el puesto de director de una gran Empresa constructora de
automóviles, con sueldo triple del que gana como profesor.
Después de una madura reflexión llega a la conclusión de
que él es más útil a la sociedad en el puesto de profesor, por el que siente
especial vocación. En consecuencia, desecha la oferta.
España. Una gran factoría. Un obrero especialmente dotado
trabaja incansablemente con apóstol en su ambiente. Su jornal es muy bajo, y en
su casa hay hambre. La Dirección la ofrece un puesto en las oficinas, con
ventaja económica y mayor rango social. A los pies del Crucifijo comprende que
su mejora individual supondría un retroceso de la causa de Cristo en su actual taller.
Y renuncia a ella.
Ya sé lo que pensará de éstos la gente: que hicieron el “primo”.
Pero también sé lo que de ello piensa Dios.
EL TITIRITERO
Es un cuentecito de nuestra infancia.
Érase un buen titiritero que pasó los mejores años de si
vida corriendo de circo en circo y de plaza en plaza para hacer las delicias de
chicos y grandes.
Queriendo dedicar íntegramente a Dios sus últimos años,
pidió entrada en un convento de frailes que en lo alto de la montaña cantaban a
todas horas las alabanzas del Señor.
Poco sabía de letras nuestro buen titiritero, y fue necesario
que uno de los hermanos se consagrara a enseñarle. Pero como si no. Pasaban los
meses y apenas se apreciaban progresos.
Comenzó a entristecerse nuestro hombre, pensando que iba
a verse obligado a abandonar el convento.
Pero él quería mucho a Dios y a la Santísima Virgen, y no
quiso marcharse sin dedicarles un ofrenda.
Pensó: “Otros saben rezar y cantar, y ofrecen sus rezos y
cánticos. Yo no sé más que hacer títeres un poco torpemente ya, porque los años
no pasan en balde. Ofreceré el Señor y a su Madre todo lo mejor que sé hacer”.
Y en efecto. Aquella noche, cuando toda la comunidad se
hubo retirado, él se dirigió a la capilla del convento. Avanzó hasta el
presbiterio, y allí, después de quitarse el tosco sayal, ofreció a la Virgen,
cuya imagen presidía la capilla, todo lo mejor de su repertorio.
La cosa su repitió todas las noches. Y era para él un
suave gozo el pensar que su vida no era del todo inútil ante Dios.
Una noche, cuando más afanoso se encontraba dedicado a su
tarea, acertó a penetrar en la capilla otro fraile. Sorprendido y escandalizado,
vio al titiritero que, en mangas de camisa, realizaba sus más variadas piruetas
al pie del altar. Ante lo insólito del caso se creyó obligado a poner el hecho
en conocimiento del Padre Prior, y ambos, la noche siguiente, se apostaron bajo
el coro, esperando el momento en que el atrevido se presentara de nuevo en la
capilla.
Dieron las doce y viéronle entrar cautelosamente. Llegado
al presbiterio, se arrodilló unos minutos ente la imagen de la Virgen. Después,
despojándose de su hábito, comenzó la fiesta.
Durante largo rato fue exhibiendo las más arriesgadas
cabriolas. Parecía crecerse más y más a medida que el cansancio iba
invadiéndole.
Varias veces estuvieron tentados los dos frailes de
interrumpir la profana exhibición. Pero una especie de presentimiento les
detuvo. Finalmente, cuando, empapado en sudor, nuestro titiritero quedó tendido
junto al altar. Apenas habían dado unos pasos, cuando sus ojos atónitos
contemplaron una escena inesperada.
La imagen de la Virgen cobró vida y, levantándose, bajó
hasta su siervo jadeante. Sacando entonces un pañuelo, enjugó cariñosamente su
rostro y colocó sobre él el hábito abandonado, para defenderle con su tibio
calor.
Entonces comprendieron los dos frailes que el trabajo del
titiritero era subida oración. (Continuará...)
viernes, 10 de enero de 2014
SOBRE EL PECADO MORTAL II
Estas desventuradas almas están como en una cárcel obscura |
Estas desventuradas almas están como en una cárcel obscura,
atadas de pies y manos para hacer ningún bien que les aproveche para merecer, y
ciegas y mudas… En fin, como a donde está plantado el árbol que es el demonio,
¿qué fruto puede dar?... ¡Oh! No me espanto de cosas que haga una persona que
está en pecado mortal, sino de lo que no hace. Dios te libre, hija mía, de tan
gran mal, que no hay cosa que merezca el nombre de mal sino el pecado, que
acarrea males eternos para sin fin. ¿Quién, pues, no se comparecerá de estas
almas? ¡Ay! Que tal vez algún tiempo te viste así tú, hija mía… Ruega por
ellas.
Santa Teresa de Jesús
martes, 7 de enero de 2014
LA PRIMAVERA DEL POSTCONCILIO
LOS FRUTOS DEL CONCILIO VATICANO II “PSICO-CONFESIÓN”
SACRÍLEGA EN AUSTRIA
En el periódico de la Diócesis de Linz se informa que:
“En el nuevo confesionario de la catedral vieja no habrá solamente un sacerdote para consulta. A su lado estará una psicóloga ofreciendo su consejo”
Se trata del jesuita Michael Messner y de Ingebord
Meinecke. Según Messner, esto se debe a que:
“el sacramento de la reconciliación necesita nuevos espacios y nuevas formas”
¿Cuándo vendrá el ángel exterminador?
lunes, 6 de enero de 2014
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