OREMOS PARA QUE EL SANTO PADRE CONSAGRE RUSIA AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA, TAL Y COMO LO PIDIÓ LA SANTÍSIMA VIRGEN EN FÁTIMA

Monseñor Marcel Lefebvre

"... sin ninguna rebelión ni amargura ni resentimiento, proseguiremos nuestra obra a la luz del Magisterio de siempre convencidos de que no podemos rendir mayor servicio a la Iglesia, al Papa y a las generaciones futuras. Y seguiremos rezando para que la Roma actual infestada de modernismo llegue a ser otra vez la Roma Católica..."

Ramiro de Maeztu

"Venid con nosotros, porque aquí, a nuestro lado, está el campo del honor y del sacrificio; nosotros somos la cuesta arriba, y en lo alto de la cuesta está el Calvario, y en lo más alto del Calvario, está la Cruz."

"Vosotros no sabéis por qué me matáis, pero yo sí sé por lo que muero, para que vuestros hijos sean mejores que vosotros"

viernes, 26 de marzo de 2010

ENCUENTRO SACERDOTAL SUMMORUM PONTIFICUM EN TOLEDO


En la semana de la octava de Pascua, del 6 al 9 de abril, tendrá lugar en Toledo un encuentro para sacerdotes diocesanos y religiosos en el marco del año sacerdotal.

Todos los días habrá celebraciones según el Rito Tridentino en la Iglesia del Salvador de Toledo.


Más información: 619 011 226


(Para ver el cartel ampliado pinchar en la imagen)



miércoles, 24 de marzo de 2010

LA MESAMORTIZACIÓN DE ZP

Para ver el artículo pinchar en el siguiente enlace;

http://www.intereconomia.com/noticias-gaceta/sociedad/patrimonio-echa-los-monjes-yuste-donde-quiere-hacer-hotel

PERSECUCIÓN RELIGIOSA, LA GUARDIA CIVIL CONTRA LOS CATÓLICOS

De tristeza se llena mi corazón al ver así a mi querida y pobre Patria.


Para ver el artículo pinche en el siguiente enlace;


http://lascrucesdelasespadas.blogspot.com/2010/03/persecucion-religiosa-la-guardia-civil.html

miércoles, 17 de marzo de 2010

MENUDA JOYITA DE CURA


Declaraciones del P. José Antonio Fortea, sobre la Santa Misa Tradicional. En este caso el hábito si que no hace al monje.


Buscamos un poco más en su blog y encontramos cosas como estas:

LA MISA TRIDENTINA

"Sabeís que hice el propósito de asistir en Roma a misa en todos los distintos ritos que existen en la Iglesia Católica. Ya he asistido a varios, y hoy me he dicho: ¿Por qué no voy a una misa tridentina?
Así que he asistido a una misa de la Sociedad Sacerdotal de San Pedro, que están en comunión con Roma.
Me han dado un bonito roquete para ponerme sobre la sotana y una birreta para la cabeza, puesto que en el coro estábamos tres sacerdotes. La iglesia era preciosa, antigua. La misa tenía toda la solemnidad de un gran pontifical. Celebrante con dos diáconos y un sinfín de acólitos. Coro, incienso, de todo.
Pero a pesar de lo bien que han dicho la misa, a pesar de lo amables que han sido conmigo, a pesar de que estéticamente todo estaba muy bien, todo el rato no podía evitar el pensar una y otra vez que mi corazón pertenece a la misa del Vaticano II.

Si me preguntáis qué defecto he visto a la misa a la que he asistido, mi respuesta es: ninguno.Si me preguntáis qué virtudes y aspectos positivos he visto: os diré que muchos. Sin embargo, ésta es la primera misa a la que asisto en este rito y, pienso, que será la última. Los ritos tienen un aspecto sentimental, que hacen que uno esté unido a ellos. Y para alguien que como yo ha crecido en el rito y el espíritu del Vaticano II, resulta imposible volver atrás."


LA MISA TRIDENTINA Y LA MISA DE PABLO VI

"El Misal de Pablo VI es un tipo de misa que encaja perfectamente tanto para un gran pontifical como para una misa en el campo. Pero sobre todo nos aporta algo que se había ido perdiendo con el pasar de los siglos: la misa como banquete, la misa como cena, la misa como participación de la comunidad de una misma mesa. Esos aspectos quedan mucho mejor expresados en la nueva misa, sin quitar ni un ápice de solemnidad.
Para mí la grandeza de la nueva misa es conjugar magistralmente el aspecto sacrificial con el recuerdo de que es la Última Cena. La misa actual ordinaria está mucho más cerca de las liturgias primitivas que la misa del siglo XVII.
Por supuesto que este escrito mío no pretende desmerecer para nada a la misa tridentina. Mi única intención es remarcar los aciertos que supuso la introducción del nuevo misal y recordar que éste no puede ser tan incorrecto, tan inadecuado, como quieren hacernos creer algunos, puesto que Jesús quiso celebrar la Última Cena como la celebró."

Fuente "UNA SANCTA CATHOLICA"

LA VOZ DE UN PROFETA


“...unos señores se habían reunido en un salón y habían escrito unas cosas por virtud de las cuales ya erais todos hombres libres. Libres y soberanos. Pero vuestra libertad consistía en que aquellas cosas escritas en un papel os autorizaban a hacerlo todo. Os autorizaban (...) a escribir cuanto os viniera en gana; sólo que el Estado no se preocupaba de enseñaros a escribir para que pudierais ejercitar ese derecho. Os autorizaban a elegir libremente trabajo; pero como vosotros erais pobres y otros eran ricos, los ricos fijaban las condiciones del trabajo a su voluntad y vosotros no teníais más remedio que aceptarlas o morir de hambre. Y así, mientras vosotros pasabais los rigores del frío y del calor doblados sobre una tierra que no iba a ser vuestra nunca, soportando la enfermedad, la miseria y la ignorancia, las leyes escritas por gentes de la ciudad os escarnecían con la burla de deciros que erais libres y soberanos”.


José Antonio (Discurso en Carpio de Tajo, 25 de Febrero de 1934)

LOS SIETE DOLORES DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA


En la Fiesta litúrgica de los Siete Dolores de la Santísima Virgen María la Iglesia nos ofrece en la Sagrada Liturgia las palabras de Jesús en la Cruz: “Mujer, ahí tienes a tu hijo. Después dijo al discípulo: Ahí tienes a tu Madre”.

Os propongo que en este día renovemos de una manera particular nuestra conciencia de ser hijos de la Virgen María. Y renovemos también nuestra acción de gracias al Señor por el inmenso y dulce don que nos ha hecho desde la Cruz al darnos por Madre a su propia Madre.

En el maravilloso plan de redención trazado por Dios convenía que fuese así: la Madre de Cristo, Cabeza de la Iglesia, ha de ser también la Madre de todos y cada uno de los miembros del su Cuerpo Místico. De esta forma la Virgen Santísima, por designio y libre elección de Dios, es la Madre del Cristo total: de la Cabeza que es Cristo, y de los miembros, que son todos los regenerados por el Santo Bautismo.
“La Reina del cielo y Señora del mundo, Santa María, estaba dolorosa junto a la Cruz de Nuestro Señor Jesucristo”.

Misteriosamente, pero de manera consciente, quiso Jesús hacer pública manifestación de la maternidad de la Virgen respecto de los miembros de su Cuerpo Místico en el momento dramático y solemne de su sacrificio en el altar de la Cruz.
¿No deberíamos entender que nuestra condición de hijos de Dios e hijos de María es el fruto precioso de la oblación de Cristo en la Cruz?
¿No deberíamos entender que María, triste y dolorosa al pie de la Cruz, es verdadera Madre nuestra porque con su dolor, plenamente asociada a su Hijo, Siervo Sufriente y Varón de Dolores, ha colaborado a que naciésemos los fieles a la vida de la gracia, vida sobrenatural y divina?
¡Qué gran misterio, pues la Virgen Inmaculada que sin dolor alumbró a su Hijo en Belén, nos alumbra a nosotros, hermanos de su Hijo, entre Dolores de martirio y de muerte! ¡Tal es el precio que Jesús y María han pagado por nuestra Redención!

Ciertamente, María es la criatura, la Mujer, la Madre íntimamente unida y asociada al Redentor; con una misión única y singular recibida de Dios, la misión de contribuir con su entrega, con su sacrificio y con su dolor a la obra de la regeneración del género humano.
Es infaliblemente cierto que sólo Nuestro Señor Jesucristo es el Redentor del género humano y que sus méritos de Redentor son sobreabundantes. Su oblación y su sacrificio son perfectos. Pero, no es menos cierto que la Providencia Divina en su infinita sabiduría quiso asociar al Redentor a Aquella a quien eligió por Madre de Dios Hijo y Madre de los hijos de Dios.

Al celebrar los Siete Dolores de la Santísima Virgen María, los Dolores que Ella padeció y ofreció con amor desde la Anunciación hasta el Calvario, nosotros hemos de recordar que el espíritu de oblación, de sacrificio y de penitencia forman parte de nuestra vocación de cristianos, discípulos y seguidores de Cristo.

La presencia del dolor y del sufrimiento en nuestra vida, bien sea de un modo fuerte y dramático, o bien a través de las pequeñas dificultades y cruces de cada día, podemos transformarlo, a imitación de Nuestra Madre Dolorosa, en una ocasión privilegiada para manifestar nuestro amor a Cristo crucificado y a nuestros hermanos. Unidos, a través de nuestra propia oblación y sufrimiento, a Jesús y a María, podemos ejercitar el sacerdocio bautismal y contribuir a la obra de la corredención del género humano, ofreciendo nuestros trabajos, dolores, penitencias y sufrimientos “Por Cristo, con Él y en Él”, en unión de Nuestra Madre Dolorosa por la salvación de todos los hombres.


Sermón pronunciado por el R.P. Manuel María de Jesús en la Festividad de los Dolores de la Santísima Virgen María en la Iglesia de El Salvador de Toledo el pasado 15 de septiembre

jueves, 11 de marzo de 2010

HORARIO DE CULTO DE LA SEMANA SANTA EN LA IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO SEGÚN EL RITO TRADICIONAL


DOMINGO DE RAMOS
Procesión y Santa Misa Cantada a las 10:00

LUNES, MARTES Y MIERCOLES SANTO
Santa Misa con canto 8:15

JUEVES SANTO
Santa Misa Cantada de la Cena del Señor y traslado al Monumento 20:00

VIERNES SANTO
Acción litúrgica de la Pasión del Señor 16:00

SABADO SANTO
Vigilia Pascual 21:00

DOMINGO DE RESURRECCIÓN
Santa Misa Cantada 10:30


miércoles, 10 de marzo de 2010

LA VOZ DE LA TRADICIÓN CATÓLICA


MONS. LEFEBVRE SOBRE EL CONCILIO VATICANO II

"Este Concilio no acabará nunca de provocar comentarios.
Personalmente, al formar parte de la Comisión Central Preconciliar (de la que eran miembros ochenta cardenales, veinte arzobispos, unos diez obispos y cuatro superiores generales de Congregaciones), pude comprobar que la preparación del Concilio fue muy seria y conforme a la tradición. Estaría muy bien que se pudiera editar hoy todos estos esquemas preparatorios del Concilio, para ver cuál era la doctrina de la Iglesia en los días que precedieron al Concilio.
Pero el origen del drama estuvo y no soy el único en pensarlo, en que el Concilio, desde los primeros días, fue dominado por las fuerza progresistas. Así lo experimentamos y sentimos (y cuando hablo en plural me refiero a la mayoría de los Padres Conciliares) en aquel momento. Tuvimos la convicción de que algo había en el Concilio que no era normal. El proceder de los que se propusieron desviar el Concilio de su fin atacando a la Curia Romana y con ella a Roma y al sucesor de Pedro, fue escadaloso".


"Cuando el Cardenal Ottaviani nos propuso los nombres de los que habían formado parte de las Comisiones preconciliares, con vistas a elegir los miembros de las Comisiones Conciliares (lo cual era perfectamente normal), ya que no nos conocíamos entre nosotros (éramos dos mil cuatrocientos y veníamos de todos los países del mundo), se alzó un verdadero clamor por parte de "los de la orilla del Rhin", Se levantaron contra la "presión" ejercida por Roma para imponer los miembros de las Comisiones. ¡Estupor en la asamblea! Y, al día siguiente, nos distribuían listas internacionales ya separadas, con nombres que no conocíamos y que acabaron por imponerse, Los que habían preparado las listas conocían perfectamente a estos Obispos que eran, por supuesto, (no hay ni que decirlo) todos de la misma tendencia.
Y así es como las Comisiones fueron, en sus dos tercios, formadas por miembros progresistas.
Lógicamente, los textos de los esquemas que nos entregaron en el curso de las sesiones reflejaban claramente las ideas de la mayoría de los miembros de las comisiones.
Nos encontramos pues en una situación absolutamente inexplicable. ¿Cómo cambiar completamente y profundamente todos estos esquemas del Concilio? Se puede modificar algunas frases, algunas proposiciones, pero nunca lo esencial. Las consecuencias son graves".


"Como el Papa me designó miembro de la Comisión preparatoria central, participé en esos trabajos con asiduidad y entusiasmo durante los dos años que duraron. La Comisión central estaba encargada de examinar y verificar todos los proyectos preparatorios que redactaban las comisiones especializadas, de modo que estaba en buena posición para saber lo que se había hecho, lo que debía examinarse y lo que iba a presenta a la asamblea.
Ese trabajo se realizaba con mucha aplicación y perfección. Aún tengo los textos de los 72 proyectos preparatorios, donde la doctrina de la Iglesia es absolutamente ortodoxa aunque se adaptan en cierto modo a nuestra época, pero con mucha moderación y sabiduría.
Todo estaba dispuesto para la fecha anunciada y el 11 de octubre de 1962 los Padres tomaban su lugar en la nave de la Basílica de San Pedro de Roma. Pero ocurrió algo que la Santa Sede no había previsto. Desde los primeros días, el Concilio fue invadido por las fuerzas progresistas. Tuvimos la impresión de que ocurriría algo anormal y esa impresión se confirmó rápidamente. Dos semanas después de la sesión inaugural, ya no quedaba ninguno de los 72 proyectos. Todos habían sido rechazados, abandonados y arrojados al cesto de los papeles".


"Se nos dice al mismo tiempo: "Este Concilio es infalible y no podéis dudar de él. Todo lo que ha sido aprobado por el Papa y los obispos debe ser aceptado tal como está y sin discusión". Yo pienso que hay que hacer las distinciones necesarias y primero definir el Concilio.
En efecto, este Concilio ha sido llamado "pastoral" una y otra vez, y cuando queríamos que se precisara un término o una expresión, se nos respondía: "No hace falta. Aquí no estamos haciendo un concilio dogmático sino un concilio pastoral. Hablamos para una gente que no son ni especialistas ni teólogos".
Por lo tanto, debemos concluir que se trata de un texto de predicación y no de un texto científico.
Por desgracia, de eso teníamos pruebas evidentes".


"Los concilios han sido siempre concilios dogmáticos. Sin duda, el Concilio Vaticano II, es un Concilio Ecuménico por el número de Obispos y por su convocatoria por el Santo Padre; pero no es un Concilio como los demás. El Papa Juan XXIII lo expresó claramente. Es evidente que su objetivo fue diferente del de los otros concilios.
Para evitar la ambigüedad de un Concilio Pastoral, pedimos en una intervención que hubiera, dos textos: uno doctrinal y otro de consideraciones pastorales. Se excluyó la idea del texto doctrinal, recogiendo sólo la de la redacción pastoral.
Y realmente esto tiene, a mi parecer, una importancia pues nos ayuda a comprender mejor la situación en la que nos encontramos actualmente. Yo no sé lo que vosotros pensaréis, pero se nos habla continuamente del "espíritu postconciliar", causa de todos nuestros males, que provoca esas rebeliones de clérigos y provoca esas contestaciones, que está en la base de las ocupaciones de catedrales, de parroquias y de todas las extravagancias de la liturgia y de la nueva teología. Y este "espíritu postconciliar", ¿no tiene realmente nada que ver con el Concilio? ¿Es un fenómeno totalmente ajeno al Concilio? Se juzga el árbol por sus frutos...".




martes, 9 de marzo de 2010

LITERATURA CATÓLICA-MES DE MARZO


EL CONMONITORIO (San Vicente de Lerins)
La Iglesia de Cristo, en cambio, custodio, solícito y diligente de los dogmas a ella encomendados, nada altera jamás en ellos, nada les quita, nada les añade; no amputa lo necesario, ni aglomera lo superfluo; no pierde lo suyo, ni usurpa lo ajeno; sino que fiel y prudente al tratar de las cosas antiguas, esto es lo que únicamente pretenden con todo su celo: perfeccionar y pulir lo que de la antigüedad recibe informe y esbozado; confirmar y consolidar lo que ya expreso y desarrollado, guardar finalmente lo ya confirmado y definido. Finalmente, ¿qué otro fin se propuso jamás con los decretos de los concilios sino que las mismas verdades que antes ya se creían con sencillez, más tarde se creyeran con mayor diligencia, las que antes se predicaban con más frialdad, más tarde se predicaran con mayor insistencia, lo que antes se veneraba con más seguridad eso mismo se venera después con mayor solicitud? He aquí lo que todo tiempo ha realizado la Iglesia Católica con los decretos de sus concilios, provocada por las novedades de los herejes; esto y nada más que esto: lo que en otro tiempo había recibido de los antepasados por sola tradición, lo transmite más tarde a los venideros también en documentos escritos, condensando en pocas letras una gran cantidad de cosas, y a veces, para mayor claridad de percepción, sellando con la propiedad de un nuevo vocablo en sentido no nuevo de la fe.

(Conmonitorio, cap. 23)

Pueden hacer su pedido al precio de 5 € a :Casa San José 28607 El Álamo (Madrid)

sábado, 6 de marzo de 2010

S.A.R. DON SIXTO ENRIQUE DE BORBÓN PARMA Y BORBÓN-BUSSET

PETICIÓN A SU SANTIDAD BENEDICTO XVI SUPLICANDO UN DECRETO DE EXCOMUNIÓN PARA JUAN CARLOS I DE BORBÓN


Santo Padre,

De rodillas suplicamos humildemente a Su Santidad, Vicario de Cristo en la Tierra, cumpla el Sagrado deber de defender la Fe y la Justicia de la única Iglesia de Cristo y se digne redactar un decreto confirmando la "Excomunión latae sententiae" de Juan Carlos I de Borbón por su apoyo (directo e indirecto) al horroroso crimen del aborto voluntario provocado.

Suplicamos a Su Santidad este decreto puesto que es irrefutable y hecho histórico comprovado que:

1) Juan Carlos I de Borbón promovió de manera INDIRECTA el crimen del aborto. Juan Carlos I defendió y finalmente autorizo la fundación legal del estado como un ateo/positivista/naturalista que autoriza leyes amorales como la del aborto contrarias a la Moral de la Iglesia Católica.

La doctrina católica prohibe terminantemente que nadie utilice su posición o poder para remover del estado el “orden objetivo moral” para promover y autorizar leyes amorales. Dice el Catecismo de la Iglesia Católica:

2105 El deber de rendir a Dios un culto auténtico corresponde al hombre individual y socialmente considerado. Esa es la doctrina tradicional católica sobre el deber moral de los hombres y de las sociedades respecto a la religión verdadera y a la única Iglesia de Cristo (DH 1). Al evangelizar sin cesar a los hombres, la Iglesia trabaja para que puedan informar con el espíritu cristiano el pensamiento y las costumbres, las leyes y las estructuras de la comunidad en la que cada uno vive (AA 13). Deber social de los cristianos es respetar y suscitar en cada hombre el amor de la verdad y del bien. Les exige dar a conocer el culto de la única verdadera religión, que subsiste en la Iglesia católica y apostólica (cf DH 1). Los cristianos son llamados a ser la luz del mundo (cf AA 13). La Iglesia manifiesta así la realeza de Cristo sobre toda la creación y, en particular, sobre las sociedades humanas.

2109 El derecho a la libertad religiosa no puede ser de suyo ni ilimitado, ni limitado solamente por un orden público concebido de manera positivista o naturalista. Los justos límites que le son inherentes deben ser determinados para cada situación social por la prudencia política, según las exigencias del bien común, y ratificados por la autoridad civil según normas jurídicas, conforme con el orden objetivo moral (DH 7).

El promover la transición de un estado de orden objetivo moral protegido en su fundación legal contra leyes amorales contrarias a la Fe Católica hacia un estado de fundación legal atea, naturalista/positivista es contrario a la doctrina Católica y es además un gran escándalo público que posiblemente lleva a decenas de miles de almas a la perdición eterna. Dice el Catecismo de la Iglesia Católica:

2286 El escándalo puede ser provocado por la ley o por las instituciones, por la moda o por la opinión. Así se hacen culpables de escándalo quienes instituyen leyes o estructuras sociales que llevan a la degradación de las costumbres y a la corrupción de la vida religiosa, o a condiciones sociales que, voluntaria o involuntariamente, hacen ardua y prácticamente imposible una conducta cristiana conforme a los mandamientos.

2287 El que usa los poderes de que dispone en condiciones que arrastren a hacer el mal se hace culpable de escándalo y responsable del mal que directa o indirectamente ha favorecido. Es imposible que no vengan escándalos; pero, "¡ay de aquél por quien vienen!" (Lc 17, 1).

2) Juan Carlos I de Borbón coopero de manera DIRECTA al crimen del aborto legalizado. Juan Carlos I firmó con su puño y letra el Real Decreto 2409 de 1985, que autorizó y legalizó el gravísimo pecado del aborto directo voluntario. Catecismo de la Iglesia Católica:

Aquí se ve claramente que utilizar el poder para la cooperación al mal moral que “directa o indirectamente ha favorecido” es falta gravísima de escándalo público. El no enmendar el gravísimo pecado de escándalo pero confirmarlo con el acto de firmar con su puño y letra el Real Decreto 2409 de 1985 que autoriza el aborto provocado es una gravísima falta sancionada con la pena canónica de excomunión. Catecismo de la Iglesia Católica:

2272 La cooperación formal a un aborto constituye una falta grave. La Iglesia sanciona con pena canónica de excomunión este delito contra la vida humana.

El Catecismo de la Iglesia Católica queda confirmado por el Derecho Canónico (1398 y 1329 §2) y por SS Juan Pablo II:

"La excomunión afecta a todos los que cometen este delito conociendo la pena, incluidos también aquellos cómplices sin cuya cooperación el delito no se hubiera producido" (Juan Pablo II, Carta Encíclica Evangelium Vitae, n. 62).

3) Juan Carlos I de Borbón no solo promovió y autorizo el estado naturalista positivista desprotegido en su fundación legal de leyes amorales, no solo firmo el Real Decreto 2409 de 1985, que autorizó y legalizó el gravísimo pecado del aborto directo voluntario, sino que ahora en el año 2010, también firmó con su puño y letra la Ley Orgánica 2/2010 que amplia y permite de manera mas radical el infanticidio masivo de bebes no natos.

Así y debido a su gravísimo pecado de escándalo, el gravísimo acto de apoyar el aborto provocado en el 1985 y en ahora en el año 2010, suplicamos a Su Santidad, basándonos en el Derecho Canónico 1405, un decreto que confirme la "Excomunión latae sententiae" del Rey Juan Carlos I de Borbón para que todos los sacerdotes y obispos estén al tanto de la imposibilidad de ofrecer la Santa Eucarística a Juan Carlos I de Borbon, como lo manda el punto 2272 del Catecismo de la Iglesia Católica y el Derecho Canónico (1398 y 1329 §2).

Fernando Santos

viernes, 5 de marzo de 2010

DISCURSO A LOS JÓVENES VIII - LA AVARICIA (SAN BASILIO)


"Y Jesús les dijo: Mirad: preservaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de lo que posee. Y les dijo una parábola: había un rico, cuyas tierras habían producido mucho. Y se hizo esta reflexión: ¿Qué voy a hacer?, porque no tengo donde recoger mis cosechas. Y dijo : He aquí lo que voy a hacer: derribaré mis graneros y construiré unos mayores; allí amontonaré todo mi trigo y mis bienes. Y diré a mi alma: Alma mía, tienes cuantiosos bienes en reserva para un gran números de años; reposa, come, bebe, haz fiesta. Mas Dios le dijo: ¡Insensato!, esta misma noche te voy a pedir el alma y lo que tú has allegado, ¿para quién será? Así ocurre con todo aquel que atesora para sí mismo, y no es rico ante Dios" (S. Lc. 12, 15-21)

DOS GÉNEROS DE TENTACIONES

Hay dos géneros de tentaciones: por una parte, las congojas que prueban el corazón, como el oro en el crisol, poniendo de manifiesto lo bueno que posee, mediante el ejercicio de la piedad. Por otra parte, la misma prosperidad de la vida que , muy a menudo, para la mayoría de los hombres es una prueba; porque es igualmente difícil conservar el alma invencible en las adversidades, como no dejarse dominar por el orgullo y la arrogancia cuando sonríe la buena suerte.

Ejemplo del primer género de tentaciones es el gran Job; invencible luchador, que sostuvo violentos asaltos del demonio, parecidos a un raudal impetuoso, con corazón tranquilo y porfiada resolución. Tanto se mostró superior a las tentaciones, cuanto mayores y más arduas fueron las luchas a las cuales el enemigo quiso someterlo.

De las tentaciones que proceden de la prosperidad de la vida tenemos variados ejemplos. Entre otros, el de aquel rico, sobre el cual acabamos recién de oír la lección evangélica. Ese, además de las riquezas que poseía, esperaba otras, mientras Dios misericordioso, en lugar de condenarlo desde el principio por su ingratitud, añadía siempre nuevas riquezas a las de antes, queriendo de esa manera invitar a su alma a ser liberal y benigna con los demás cuando se sintiera satisfecha.

TOLERANCIA DE DIOS

Dice pues , el Evangelio: "Había un rico, cuyas tierras habían producido mucho. Y se hizo esta reflexión: ¿Qué hacer?... destruiré mis graneros y construiré otros más grandes".

¿Y para qué los campos de este hombre dieron tan abundante cosecha, si a él no le iba a aprovechar?

Para que se destacara la tolerancia de Dios, cuya bondad se extiende también hasta sobre hombres de esta ralea; porque Él "hace levantar su sol sobre buenos y malos y descender su lluvia sobre justos e injustos". Sin embargo, esa divina bondad habrá de reunir mayores castigos sobre los malos, ya porque a ella pertenece la lluvia, que dio a la tierra cultivada por manos avaras; dio el sol para calentar las semillas y multiplicar con abundancia los frutos.

He aquí cuantas cosas vienen de Dios: la fertilidad del terreno, las favorables condiciones atmosféricas, las abundantes semillas, la ayuda de los bueyes y de los demás elementos que incrementan la producción agrícola.

Y de parte del hombre, ¿qué observamos? Dureza de corazón, odio contra sus semejantes, mezquindad, avaricia; ¡así pagaba a su Bienhechor! No se acordó que también los demás tienen en común con él la naturaleza; ni pensó que lo que le sobraba tenía que dividirlo con los pobres; de ninguna manera tuvo en cuenta el mandamiento: "No niegues un beneficio al que lo necesita"; "la misericordia y la fidelidad no te abandonen"; y "parte tu pan con el hambriento".

Tal es la voz de todos los profetas, de todos los maestros; pero él no la escuchó.