¡Oh Señor!, al pensar en el nuevo año transcurrido que Tú
me has dado para creer en tu amor, no puedo menos de quejarme de mí mismo y
decirte mil veces: ¡Qué poco te he amado, Dios mío, cuán mal he empleado el
tiempo!
NO TRATES DE HACER TRAMPA. NO COMPROMETAS TU SALVACIÓN DEJANDO TU
CONVERSIÓN PARA EL ÚLTIMO MOMENTO
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*Refiere San Pedro Damián que cierto inglés, para lograr los medios
encaminados a satisfacer su vergonzosa pasión, se entregó al demonio, con
la condici...
Hace 9 horas