OREMOS PARA QUE EL SANTO PADRE CONSAGRE RUSIA AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA, TAL Y COMO LO PIDIÓ LA SANTÍSIMA VIRGEN EN FÁTIMA

Monseñor Marcel Lefebvre

"... sin ninguna rebelión ni amargura ni resentimiento, proseguiremos nuestra obra a la luz del Magisterio de siempre convencidos de que no podemos rendir mayor servicio a la Iglesia, al Papa y a las generaciones futuras. Y seguiremos rezando para que la Roma actual infestada de modernismo llegue a ser otra vez la Roma Católica..."

Ramiro de Maeztu

"Venid con nosotros, porque aquí, a nuestro lado, está el campo del honor y del sacrificio; nosotros somos la cuesta arriba, y en lo alto de la cuesta está el Calvario, y en lo más alto del Calvario, está la Cruz."

"Vosotros no sabéis por qué me matáis, pero yo sí sé por lo que muero, para que vuestros hijos sean mejores que vosotros"

sábado, 30 de junio de 2012

MES DE JUNIO, MES DEL SACRATÍSIMO CORAZÓN DE JESÚS

Cor Iesu, Majestátis infinítae, ¡miserére nobis!

¡Oh dulcísimo Jesús mío! Por las ardientes llamas que inflaman vuestro amabilísimo Corazón, os pido que encendáis en el mío aquel santo y dichoso fuego que vinisteis a encender en la tierra. Disipad y destruid los efectos que le impiden consagrarse enteramente a Vos. Si hasta aquí os he menospreciado, ya sólo quiero vivir para amaros. Vos sois la hermosura infinita; en Vos están todas las perfecciones; sois infinitamente amable. Os amo, Jesús mío, de todo corazón, y sólo a Vos quiero amar. No desechéis mi amor. Haced brillar vuestra gloria manifestando a los Santos y Ángeles un corazón, que hasta ahora os había sido ingrato, inflamado ya en vuestro dulcísimo amor en esta vida, y deseoso de amaros, bendeciros y adoraros con vuestra divina Madre en la patria celestial por todos los siglos de los siglos. Amén

DONOSO CORTÉS

"Dios se vale muchas veces de los débiles para abatir a los poderosos"

"No te canses en buscar asilo seguro contra los azotes de la guerra, porque te cansas vanamente; esa guerra se dilata tanto como el espacio, y se prolonga tanto como el tiempo. Sólo en la eternidad, patria de los justos, puedes encontrar descanso; porque sólo allí no hay combate; no presumas, empero, que se abran para ti las puertas de la eternidad si no muestras antes las cicatrices que llevas; aquellas puertas no se abren sino para los que combatieron aquí los combates del Señor gloriosamente, y para los que van, como el Señor, crucificados"

lunes, 25 de junio de 2012

PARA MEDITAR

Confesaré, Señor, contra mí mismo mi iniquidad; te confesaré mi flaqueza. Muchas veces es una cosa bien pequeña la que me abate y entristece. Propongo pelear varonilmente; mas en viniendo una pequeña tentación me lleno de angustia. Algunas veces de la cosa más despreciable me viene una grave tentación. Y cuando me creo algún tanto seguro, cuando no lo advierto, me hallo a veces casi vencido y derribado de un ligero soplo.

Mira, pues, Señor, mi bajeza y fragilidad, que te es bien conocida. Compadécete, y sácame del lodo, porque no sea atollado, y quede desamparado del todo. Esto es lo que continuamente me acobarda y confunde delante de Ti; ver que tan deleznable y flaco soy para resistir a las pasiones. Y aunque no me induzcan enteramente al consentimiento, sin embargo me es molesto y pesado el domarlas, y muy tedioso el vivir así siempre en combate. En esto conozco yo mi flaqueza, en que las abominaciones e imaginaciones más fácilmente vienen sobre mí que se van.

Fuente "Imitación de Cristo"

miércoles, 20 de junio de 2012

SOBRE LA COMUNIÓN CON LAS DOS ESPECIES

No es raro encontrar comentarios de extrañeza hacia la costumbre, no general, a Dios gracias, de que en algunas misas se ofrezca la comunión mojando la Hostia en la Sangre. Porque no se destaca siquiera que es la Sangre santísima de Jesús, y no vino, como se suele confundir en contraste con la Hostia, de la que se guarda la idea de "Cuerpo de Cristo". Todavía hace escasos dos meses fui testigo de unas Primeras Comuniones, en la Catedral de Sevilla, con el complicado malabarismo de dar a los niños ambas especies.

La comunión bajo las dos especies es una obsesión de la paletería, por no decir torpeza y deformación, de los sacerdotes progresistas. Se empezó a promover en diversas parroquias a principios de los años setenta, como puede suponerse procedente de las nuevas ideas protestantizantes y ecuménicas salidas del Concilio y sus espurias interpretaciones.

Se decía, o se pensaba, ofrecer a los fieles una supuesta mayor participación en la “Cena del Señor”. En realidad una argucia más para intervenir en terrenos sagrados que abría la puerta a mayores audacias, pues que lo cierto era que a los fieles nunca se nos ocurrió pedirla. Como tampoco se lo pidieron a Lutero por mucho que él se escudó en supuestos reclamos del pueblo que, además, exageró hasta convertirlos en bandera de sus estrategias para eliminar el Sacrificio y resaltar la cena. Hoy, por ejemplo, en este asunto, Lutero todavía incordia en los conocidos rifirrafes que los neocatecumenales mantienen con el Santo Padre, Benedicto XVI, y su Curia.

He leído que este regreso a las aspiraciones reformadoras heréticas proviene de una doble fuente y se funda en una doble argumentación. Si bien ambas coinciden en su raíz de descreimiento y en el aventurarse en doctrinas no seguras.

La primera es el notable debilitamiento actual de la fe en la Presencia Real, fatalmente derivada de la llamada "reforma litúrgica”. Abolida en la práctica general la doctrina de Trento sobre la Sagrada Eucaristía y la Transubstanciación, es ya cosa de coser y cantar “desmitificar” el natural sentimiento sagrado de los fieles. La segunda es la doctrina del "sacerdocio común"; algo 'sui generis' en la que muchos bautizados sin pararse a pensarlo pudimos creernos partícipes del Sacramento del Orden. Así porque sí, “porque es lo que ahora se dice”. Pero, pensemos lo que queramos, es realidad que el Sacrificio eucarístico se consuma exclusivamente cuando con su Comunión el sacerdote come el Cuerpo y bebe la Sangre, destruyendo así la Víctima – siempre Cristo -ofrecida en esa Misa.

Derivado de ello es la reserva eucarística en los sagrarios, misericordia de Cristo y la Iglesia para alimentarnos en los altares con el maná que Moisés no pudo imaginar. No en vano el rito tradicional, así contenido en los misales hasta Juan XXIII, precursor de la disolución final de Annibale Bugnini, dejó de incluir el rito de Comunión de los fieles.

Desde luego que sí, que los fieles, comulguemos o no, participamos de los frutos del Sacrificio al que el sacerdote une sus propias intenciones. Y pienso que debo resaltar que no lo ofrecemos sacramentalmente, sino moralmente, mientras creemos en las verdades dogmáticas relativas a la Santa Misa. La comunión bajo las dos especies, que generalmente perturba a los comulgantes con riesgo real y repetido de accidentes, trivializa gravemente la religiosidad de los cristianos y rebaja su devoción en Jesús Eucaristía. Es dogma de fe que en la Hostia consagrada se encuentra entero y total Nuestro Señor Jesucristo, sin necesidad de complementarse con la sangre.

Subrayemos esto un poco más. Combinar la comunión de los fieles con las dos especies, pan y vino, no parece otra cosa que un subliminal mensaje de desacralización del verdadero sacrificio de la Misa. Sacrificio que se opera en los altares católicos, donde el sacerdote ante el cáliz no solo consagra el vino, que se convierte en aquella sangre derramada en la cruz, sino que renueva la Nueva y Eterna Alianza sólo posible de hacerse por el sacerdote que actúa en la persona de Cristo, es Cristo mismo y son sus mismas palabras.

Fuente "Periodista Digital"

viernes, 15 de junio de 2012

DIE 15 IUNII, IN FESTO SACRATISSIMI CORDIS IESU (ANNO MMXII)

Cor Iesu, bonitáte et amóre plenum, ¡miserére nobis!

PROMESAS DEL CORAZÓN DE JESÚS

Lee una y otra vez estas consoladoras Promesas, salidas más que de los labios, del mismo Corazón del Hijo de Dios. Son una clara demostración del amor en que se abrasa por nuestro bien el corazón de Dios hecho hombre.

  1. Daré a mis devotos las gracias necesarias a su estado.
  2. Pondré paz en sus familias.
  3. Los consolaré en sus aflicciones.
  4. Seré su amparo y refugio seguro durante la vida y particularmente en la hora de la muerte.
  5. Bendeciré abundantemente sus empresas.
  6. Los pecadores hallarán en mi Corazón la fuente inagotable de la misericordia.
  7. Las almas tibias se harán fervorosas.
  8. Las almas fervorosas se elevarán con gran rapidez a gran perfección.
  9. Daré a los Sacerdotes la gracia de mover los corazones más endurecidos.
  10. Bendeciré las casas en que la imagen de mi Corazón sea expuesta y honrada.
  11. Las personas que propaguen esta devoción tendrán su nombre escrito en mi Corazón y jamás será borrado de Él.
  12. Yo prometo en la excesiva misericordia de mi Corazón, que mi amor todopoderoso concederá a todos los que comulguen los nueve primeros viernes consecutivos la gracia de la perseverancia final: no morirán en mi desgracia ni sin recibir los sacramentos, haciéndose mi Corazón su asilo seguro en aquella última hora.

Meditar estas promesas y no amar a Jesús es cosa imposible para un corazón de delicados sentimientos. Léelas detenidamente, principalmente los primeros viernes de cada mes, párate unos momentos después de leer cada una de ellas, y reflexiona, ora, pide y ama.

miércoles, 13 de junio de 2012

DIE 13 IUNII, S. ANTONII DE PADUA, CONF. ET ECCL. DOCT. (ANNO MMXII)

O Doctor óptime, Ecclésiae sanctae lumen, beáte Antónii, divínae legis amátor, deprecáre pro nobis Fílium Dei

ORATIO

Ecclésiam tuam, Deus, beáti Antónii Confessóris tui atque Doctóris solémnitas votíva laetíficet: ut spirituálibus semper muniátur auxíliis, et gáudiis pérfrui meréatur aetérnis. Per Dóminum.

FELIZ ALUMBRAMIENTO

En el “Libro de los milagros”, obra de autor anónimo, pero extracto fiel de la de Wadingo, se narra la confianza que puso en Fr. Antonio una distinguida matrona, rogándole intercediera por ella, para que el Señor le proporcionara feliz alumbramiento. Entonces el siervo de Dios, enternecido por el ruego de la que iba a ser madre, la consoló dulcemente y profetizó diciendo: “Regocíjate; porque tendrás un hijo que dará mucha gloria a la Iglesia. Será Fraile Menor y morirá mártir por Cristo”.

Tal predicción tuvo exacto cumplimiento. Al tener la edad precisa, ingresó el hijo en la Orden Franciscana, con el nombre de Fr. Felipe. Fue fiel a su vocación religiosa y mereció ser misionero entre los mahometanos, por cuya evangelización trabajó incansablemente, hasta ser encerrado en un lóbrego calabozo. Condenado con otros muchos cautivos, pidió ser el último en el suplicio, con el fin de alentarlos en tan doloroso trance. Todos ello murieron mártires y el último Fr. Felipe, con el cual se ensañaron particularmente los sarracenos, cortándole brazos, piernas y lengua, en distintos tiempos, antes de darle el golpe de gracia, que separó su cabeza del tronco.

Del libro “Milagros de San Antonio” de Fr. Antonio Corredor García O.F.M.

jueves, 7 de junio de 2012

DIE 7 IUNII, IN FESTO SSMI CORPORIS CHRISTI (ANNO MMXII)


Allelúia, allelúia. Caro mea vere est cibus, et sanguis meus vere est potus: qui mandúcat meam carnem, et bibit meum sánguinem, in me manet, et ego in eo

EL MILAGRO DE BRUSELAS

Un banquero judío, llamado Jonatás, que vivía en Enghien, consiguió por dinero y por mediación de otro judío, Juan de Louvain, falsamente convertido al cristianismo, hacerse de un copó robado en una iglesia de Bruselas y que contenía varias Hostias consagradas. El desgraciado las profanó sacrílegamente en unión de sus amigos; pero, por justos juicios de Dios, fue asesinado dos semanas después. Como la viuda de este hombre entregase las Sagradas Hostias a los judíos de Bruselas, ocho de ellos tuvieron una reunión el día 4 de abril de 1370, que era Viernes Santo, y, habiendo colocado las Hostias sobre una mesa, las pincharon con puñales.

Entonces salió de ellas sangre milagrosa y cayeron de espaldas los sacrílegos como sus antepasados en el Huerto de los Olivos. Aterrorizados, quisieron deshacerse de las Sagradas Formas, y para ello consiguieron que una mujer, falsamente convertida del judaísmo, las llevase a Colonia. Pero movida por los remordimientos, esta mujer reveló el hecho al párroco de Nuestra Señora de la Chapelle.

Instruyóse, después, proceso del hecho, y los judíos declararon su crimen.

Tres de las hostias milagrosas se conservan aún en la Colegiata de Santa Gúdula, en Bruselas, encerradas en una Custodia de extraordinaria riqueza y arte, que se lleva solemnemente todos los años por las calles de la capital en una imponente manifestación de fe, denominada la “Procesión del Santísimo Sacramento del Milagro”

Del libro “Milagros Eucarísticos” de Fray Antonio Corredor o.f.m.

miércoles, 6 de junio de 2012

LA PRIMAVERA DEL POSTCONCILIO

“Los judíos se salvan, los lefebvristas no”

En la foto, el Cardenal K. Koch en el Seminario Teológico Judío, durante la inauguración del Centro Milstein para el Diálogo Interreligioso (Nueva York, 31 de Octubre de 2011)

Para leer el artículo, pichar AQUÍ

Ahora les dejo con este ¡¡¡payaso!!!, que como vemos creo que es como le gustara que le llamen. Lo dicho en bastantes ocasiones; este si está en comunión perfecta con la línea actual de la Iglesia. ¡¡¡Triste y patético!!!


martes, 5 de junio de 2012

MES DE JUNIO, MES DEL SACRATÍSIMO CORAZÓN DE JESÚS

Cor Iesu, fornax ardens caritátis, ¡miserere nobis!

“He aquí este Corazón que tanto ha amado a los hombres, que nada ha perdonado hasta agotarse y consumirse para manifestarles su amor; y en pago sólo recibe de la mayor parte ingratitudes, por sus irreverencias y sacrilegios, por las indiferencias y desprecios que tienen por mí en este Sacramento de amor. Y lo que siento más todavía es que corazones que me están consagrados me tratan de esta misma manera”

El Sagrado Corazón de Nuestro Señor Jesucristo a Santa Margarita María de Alacoque, un día de la octava de Corpus (en junio de 1675)

domingo, 3 de junio de 2012

DOMINICA I POST PENTECOSTEN, IN FESTO SANCTISSIMAE TRINITATIS

Glória tibi, Trínitas aequális, una Déitas, et ante ómnia sáecula, et in perpétuum

ORATIO

Omnítotens sempitérne Deus, qui dedísti fámulis tuis, in confessióne verae fídei, aetérnae Trinitátis glóriam agnóscere, et in poténtia maiestátis adorare Unitátem: quáesumus; ut, eiúsdem fídei firmitáte, ab ómnibus semper muniámur advérsis. Per Dóminum nostrum. Amen

viernes, 1 de junio de 2012

MES DE JUNIO, MES DEL SACRATÍSIMO CORAZÓN DE JESÚS

Cor Iésu Sacratíssimum, ¡miserére nobis!

Dichosas cadenas de caridad que unís al alma con Dios, atadme también a mí, de tal modo que no pueda ya separarme del amor de mi Dios. Jesús mío, os amo, os amo, tesoro y vida del alma mía; con Vos quiero vivir unido y a Vos me entrego. Ya no quiero, amado Señor mío, dejar de amaros. Vos que para pagar las deudas de mis pecados quisisteis ser clavado en la Cruz y no la abandonasteis hasta haber abandonado la vida, por favor y por los merecimientos de tanto penar, no permitáis que vuelva a separarme de Vos.

Me arrepiento, sobre todo mal, de haberos vuelto la espalda en lo pasado, y propongo, con vuestra gracia, antes morir que disgustaros ni grave ni levemente. ¡Oh Jesús mío!, a Vos me entrego; os amo con todo el corazón y os amo más que a mí mismo. En lo pasado os ofendí, mas ahora me arrepiento de ello y quisiera morir de dolor. Unidme del todo a Vos. Renuncio a todos los consuelos sensibles y sólo a Vos quiero y nada más. Haced que os ame y luego disponed de mí como os plazca.

¡Oh María, esperanza mía!, atadme a Jesús y haced que siempre viva atado a Él y así prendido fallezca, para llegar un día a aquel bienaventurado reino donde no abrigaré ya temores de verme privado de su Santo Amor.

Del libro “Prácticas de amor a Jesucristo” de San Alfonso María de Liborio