OREMOS PARA QUE EL SANTO PADRE CONSAGRE RUSIA AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA, TAL Y COMO LO PIDIÓ LA SANTÍSIMA VIRGEN EN FÁTIMA

Monseñor Marcel Lefebvre

"... sin ninguna rebelión ni amargura ni resentimiento, proseguiremos nuestra obra a la luz del Magisterio de siempre convencidos de que no podemos rendir mayor servicio a la Iglesia, al Papa y a las generaciones futuras. Y seguiremos rezando para que la Roma actual infestada de modernismo llegue a ser otra vez la Roma Católica..."

Ramiro de Maeztu

"Venid con nosotros, porque aquí, a nuestro lado, está el campo del honor y del sacrificio; nosotros somos la cuesta arriba, y en lo alto de la cuesta está el Calvario, y en lo más alto del Calvario, está la Cruz."

"Vosotros no sabéis por qué me matáis, pero yo sí sé por lo que muero, para que vuestros hijos sean mejores que vosotros"

sábado, 1 de octubre de 2011

MES DE OCTUBRE, MES DEL SANTÍSIMO ROSARIO



El Papa León XIII pidió al universo católico que aprovechara el mes de octubre para aumentar en nosotros, y en nuestro entorno, la devoción del Santo Rosario, poderoso medio para despertar nuestra fe, santificarnos y obtener el triunfo y la paz para la Iglesia, frente a los ataques furiosos de la Revolución para la destruirla.

León XIII quería que cada fiel rece por la mañana la primera parte del Santo Rosario, durante el día la segunda parte, y por la noche en la iglesia o en familia la tercera parte, seguida de las letanías de la Santísima Virgen y de la oración de San José*, Patrono de la Iglesia Universal.

Es muy conocido cuán a menudo vino luego Nuestra Señora para pedir a todos el rezo diario del Santo Rosario, particularmente en Fátima.

*ORACIÓN A SAN JOSÉ

A Vos recurrimos en nuestra tribulación, bienaventurado José, y después de haber implorado el auxilio de vuestra Santísima esposa, solicitamos también confiadamente vuestro patrocinio. Por el afecto que os unió a la Virgen Inmaculada, Madre de Dios; por el amor paternal que profesasteis al Niño Jesús, os suplicamos que volváis benigno los ojos a la herencia que Jesucristo conquistó con su Sangre, y que nos socorráis con vuestro poder en nuestras necesidades.
 
Proteged, prudentísimo custodio de la Sagrada Familia, al linaje escogido de Jesucristo; preservadnos, Padre amantísimo, de todo contagio de error y corrupción; sednos propicio y asistidnos desde el Cielo, oh, poderosísimo Protector nuestro! en el combate que al presente libramos con el poder de las tinieblas, y del mismo modo que en otra ocasión librasteis del peligro de la muerte al Niño Jesús, defended ahora a la Santa Iglesia de Dios de las asechanzas del enemigo y de toda adversidad. Amparad a cada uno de nosotros, con vuestro perpetuo patrocinio, a fin de que, siguiendo vuestros ejemplos y sostenidos con vuestros auxilios, podamos vivir santamente, morir piadosamente, y obtener la felicidad eterna del cielo. Amén.


Su Santidad concede una indulgencia de siete años y siete cuarentenas por cada vez que devotamente se rezare esta oración.

No hay comentarios:

Publicar un comentario