¡Oh Señor!, al pensar en el nuevo año transcurrido que Tú
me has dado para creer en tu amor, no puedo menos de quejarme de mí mismo y
decirte mil veces: ¡Qué poco te he amado, Dios mío, cuán mal he empleado el
tiempo!
EL CONSEJO DE LOS PRUDENTES
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*Los anales del mundo cuentan la noche, en una de sus páginas más amargas,
en que los hombres prudentes se reunieron para inventar una moral a su
medi...
Hace 16 horas
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