OREMOS PARA QUE EL SANTO PADRE CONSAGRE RUSIA AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA, TAL Y COMO LO PIDIÓ LA SANTÍSIMA VIRGEN EN FÁTIMA

Monseñor Marcel Lefebvre

"... sin ninguna rebelión ni amargura ni resentimiento, proseguiremos nuestra obra a la luz del Magisterio de siempre convencidos de que no podemos rendir mayor servicio a la Iglesia, al Papa y a las generaciones futuras. Y seguiremos rezando para que la Roma actual infestada de modernismo llegue a ser otra vez la Roma Católica..."

Ramiro de Maeztu

"Venid con nosotros, porque aquí, a nuestro lado, está el campo del honor y del sacrificio; nosotros somos la cuesta arriba, y en lo alto de la cuesta está el Calvario, y en lo más alto del Calvario, está la Cruz."

"Vosotros no sabéis por qué me matáis, pero yo sí sé por lo que muero, para que vuestros hijos sean mejores que vosotros"

martes, 28 de febrero de 2012

EL TESTIMONIO DE LOS SABIOS SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

MODERNOS Y CONTEMPORÁNEOS

LINNEO

Nació en 1707 en Suecia y se dedicó especialmente al estudio de las plantas o reino vegetal, ciencia que recibió después el nombre de Botánica, de la cual puede decirse que fue el fundador. Sobre ella escribió más de 15 publicaciones que aún se leen con admiración.

Hombre amante de la naturaleza, de gran talento e incansable en el trabajo. Su religiosidad manifiesta y fervorosa la demostró particularmente en el epitafio que él mismo dejó escrito para su sepulcro. En él da las gracias de Dios por el gozo que había experimentado en la contemplación de las obras salidas de las manos del Creador y pide humildemente perdón por si algo no acertó a comprender.

Creeríamos estar oyendo a un místico, al leer sus expresiones: “Salía yo, dice, de un sueño cuando Dios pasó de lado, cerca de mí, le vi y me llené de asombro… He rastreado las huellas de su acción en las criaturas y, en todas, aun en las más ínfimas y más cercanas, la nada, ¡qué poder, qué sabiduría, qué insondables perfecciones no he encontrado!”


COPÉRNICO

Es natural de Polonia y nació en 1473. Su libro más famoso es el: “De rebolucionibus orbium caelestium”, en seis tratados. En él prueba la esfericidad de la Tierra, expone sus movimientos y la rotación de todo el sistema solar. Pero su mayor gloria estriba en haber sido, si no el creador de la teoría “Heliocéntrica” pues ésta ya había sido sospechada y propuesta por algunos filósofos griegos varios siglos antes de Jesucristo, el que mejor supo defenderla y llevarla a su triunfo definitivo. En ella proclama la revolución de la Tierra y de los planetas alrededor del sol, en contra de la llamada Geocéntrica, hasta entonces la única conocida y admitida, que hacía a nuestra morada centro del mundo.

La teoría escandalizó a muchos por la atrevida novedad, pero las asperezas se fueron limando poco a poco a medida que fueron conociéndose mejor la estructura y orden del cosmos.

Para conocer la religiosidad de Copérnico, basta recordar aquellas palabras suyas: “Si existe una Ciencia que eleve el alma del hombre y la remonte a lo alto en medio de las pequeñeces de la Tierra, es la Astronomía…, pues no se puede contemplar el orden magnifico que gobierna el Universo sin mirar ante sí y en todas las cosas al Creador mismo, fuente de todo bien”.

Fuente "A Dios por la ciencia" R. P. Jesús Simón S. J.

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