OREMOS PARA QUE EL SANTO PADRE CONSAGRE RUSIA AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA, TAL Y COMO LO PIDIÓ LA SANTÍSIMA VIRGEN EN FÁTIMA

Monseñor Marcel Lefebvre

"... sin ninguna rebelión ni amargura ni resentimiento, proseguiremos nuestra obra a la luz del Magisterio de siempre convencidos de que no podemos rendir mayor servicio a la Iglesia, al Papa y a las generaciones futuras. Y seguiremos rezando para que la Roma actual infestada de modernismo llegue a ser otra vez la Roma Católica..."

Ramiro de Maeztu

"Venid con nosotros, porque aquí, a nuestro lado, está el campo del honor y del sacrificio; nosotros somos la cuesta arriba, y en lo alto de la cuesta está el Calvario, y en lo más alto del Calvario, está la Cruz."

"Vosotros no sabéis por qué me matáis, pero yo sí sé por lo que muero, para que vuestros hijos sean mejores que vosotros"

domingo, 16 de junio de 2013

HIMNO COMPUESTO POR LOS 51 JÓVENES BEATOS CLARETIANOS DE BARBASTRO PARA CANTARLO MIENTRAS SE ACERCABAN AL MARTIRIO


"Jesús ya sabes, soy tu soldado siempre a tu lado yo he de luchar, contigo siempre y hasta que muera, una bandera y un ideal.
¿Y qué ideal? Por Tí Rey mío, la sangre dar.
Desde que mi alma, los lazos rotos, hizo sus votos ante tu altar, mi pecho siente sed infinita, mi mente agita gran ideal.
¿Y qué ideal? Por Tí Rey mío, la sangre dar.
No me detengas en mi carrera, voy sin espera por Tí a luchar, que a nadie temo, nada me espanta pues me agiganta gran ideal.
¿Y qué ideal? Por Tí Rey mío, la sangre dar.
Si en el camino huestes malditas ¡atrás! me gritan ¡atrás, atrás! Si me disparan sangrientas balas, dárame alas y gran ideal.
¿Y qué ideal? Por Tí Rey mío, la sangre dar.
Si el enemigo sus fuerza agota y en mi derrota soñando está, sabré pararle su golpe rudo con el escudo de mi ideal.
¿Y qué ideal? Por Tí Rey mío, la sangre dar.
Pues ya lo sabes, soy tu soldado siempre a tu lado yo he de luchar, contigo siempre y hasta que muera una bandera y un ideal.
¿Y qué ideal? Por Tí Rey mío, la sangre dar.
Quizá en el campo, rotas las venas, sin sangre apenas me veas ¡ay! Mira aún entonces sobre mi frente resplandeciente ese ideal.
¿Y qué ideal? Por Tí Rey mío, la sangre dar.
Acaso me oigas sólo y tendido dar un quejido, mi postrer ¡ay! Jesús, entonces habré vencido, y habré cumplido con mi ideal.
¿Y qué ideal? Por Tí Rey mío, la sangre dar.
Virgen María, Reina del Cielo, Dulce Consuelo dígnate a dar, cuando en la lucha tu fiel soldado caiga abrazado con su ideal.
¿Y qué ideal? Por Tí mi Reina, la sangre dar"

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