OREMOS PARA QUE EL SANTO PADRE CONSAGRE RUSIA AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA, TAL Y COMO LO PIDIÓ LA SANTÍSIMA VIRGEN EN FÁTIMA

Monseñor Marcel Lefebvre

"... sin ninguna rebelión ni amargura ni resentimiento, proseguiremos nuestra obra a la luz del Magisterio de siempre convencidos de que no podemos rendir mayor servicio a la Iglesia, al Papa y a las generaciones futuras. Y seguiremos rezando para que la Roma actual infestada de modernismo llegue a ser otra vez la Roma Católica..."

Ramiro de Maeztu

"Venid con nosotros, porque aquí, a nuestro lado, está el campo del honor y del sacrificio; nosotros somos la cuesta arriba, y en lo alto de la cuesta está el Calvario, y en lo más alto del Calvario, está la Cruz."

"Vosotros no sabéis por qué me matáis, pero yo sí sé por lo que muero, para que vuestros hijos sean mejores que vosotros"

jueves, 5 de julio de 2012

LA PRIMAVERA DEL POTSCONCILIO

LA COMPAÑÍA DE JESÚS, CADA VEZ MÁS UNDIDA

"Cum masculo non commiscearis coitu femineo, quia abominatio est" (Leviticus XVIII, XXII)

Aquí les dejo con un pastelito de la “Pastoral Jesuita”, que como podrán ver, es otro de los frutos de la primavera del potsconcilio… o ¿es la hermenéutica de la tradición? ¡San Ignacio de Loyola, ruega por tu Congregación!

Orgullo gay

Hay quien lo aplaude y quien lo detesta. Hay quien considera que un desfile como el que suele recorrer las calles de algunas capitales, es una horterada que ayuda poco a legitimar a los homosexuales. Hay quien, en cambio, defiende que es una forma de gritar con rebeldía y descaro contra la represión que tuvieron que sufrir durante mucho tiempo y que, aún hoy, hace que muchos hombres y mujeres vivan su orientación a escondidas por miedo al rechazo. (Sí, hoy en día, también).

Lo que parece claro es que, al margen de desfiles o “días de…” lo que subyace es la intención de reivindicar una causa. En este caso, la integración e igualdad de los homosexuales. Es importante separar formas y fondos. La forma de esa reivindicación – el desfile, su buen o mal gusto y si es eficaz o contraproducente- es opinable. El fondo, el respeto a cada persona en su diferencia y su situación, debería ser indiscutible.

En ámbitos eclesiales necesitamos, ya, decir una palabra distinta. Salir de las eternas discusiones que pivotan en torno a un término pero terminan evitando ir a la verdadera cuestión: Hay personas homosexuales. No lo han elegido. Tampoco quieren vivir avergonzados por ello. Y sienten que la doctrina católica es insuficiente al no plantearles otra opción que un celibato que, si no se vive como vocación, niega algo de lo fundamental de las personas. No se sienten mejores, ni peores. De hecho, no son ante todo “homosexuales”. Son Javier, Ana, Enrique, Elena, Antonio… Unos son promiscuos, otros no. Unos son frívolos, otros no. Unos son creyentes, otros no. (Como los heterosexuales). Solo que resulta que ellos, entre otras cosas, viven atraídos hacia personas de su mismo sexo. Hay muchas personas y grupos en la Iglesia que ya han sido capaces de dar ese paso hacia la acogida, el respeto, la comprensión y la igualdad. Pero se va haciendo necesario, de veras, que la Iglesia dé un paso más para abrazar, también desde el magisterio, cada historia, cada realidad, a cada persona, en su unicidad. Con el amor incondicional de quien a todos ama sin distinción.

Fuente "pastoral jesuitas"

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