OREMOS PARA QUE EL SANTO PADRE CONSAGRE RUSIA AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA, TAL Y COMO LO PIDIÓ LA SANTÍSIMA VIRGEN EN FÁTIMA

Monseñor Marcel Lefebvre

"... sin ninguna rebelión ni amargura ni resentimiento, proseguiremos nuestra obra a la luz del Magisterio de siempre convencidos de que no podemos rendir mayor servicio a la Iglesia, al Papa y a las generaciones futuras. Y seguiremos rezando para que la Roma actual infestada de modernismo llegue a ser otra vez la Roma Católica..."

Ramiro de Maeztu

"Venid con nosotros, porque aquí, a nuestro lado, está el campo del honor y del sacrificio; nosotros somos la cuesta arriba, y en lo alto de la cuesta está el Calvario, y en lo más alto del Calvario, está la Cruz."

"Vosotros no sabéis por qué me matáis, pero yo sí sé por lo que muero, para que vuestros hijos sean mejores que vosotros"

sábado, 2 de noviembre de 2013

CONMEMORACIÓN DE TODOS LOS FIELES DIFUNTOS

Señor, concede el eterno descanso a las almas de los difuntos y haz que el pensamiento de la muerte me estimule a una mayor generosidad.
Concédeme Señor, que en la muerte de las personas queridas mi aflicción sea racional, derramando lágrimas resignadas sobre nuestra condición mortal, reprimidas pronto por el consolador pensamiento de la fe, la cual me dice que los fieles, al morir, se alejan solamente un poco de nosotros para ir a ser más felices.

Aleja de mí entristecerme al modo de los gentiles, que no tienen esperanza. Muy bien puedo experimentar tristeza; pero que cuando esté afligido, me consuele la esperanza. Con una esperanza tan grande no va bien que  tu templo, Señor, esté de luto. Allí moras Tú, que eres el consolador; allí moras Tú, que no faltas a tus promesas.

San Agustín

¡Dueño y Creador del universo, Señor de la vida y de la muerte! Tú conservas y colmas de beneficios nuestras almas, concluyes y transformas todas las cosas por la obra de tu Verbo, en el punto establecido y según el plan de tu sabiduría; acoge hoy a nuestros hermanos difuntos y dadles el eterno descanso.

En cuanto a nosotros, que puedas Tú acogernos en el instante que te plazca, después de habernos guiado y mantenido en el cuerpo el tiempo que te parezca útil y saludable.

Que puedas acogernos preparados por tu santo temor, sin turbación y sin titubeos, en el último día. Haz que no dejemos de dolor las cosas de la tierra, como sucede a los que están demasiado apegados al mundo y a la carne, haz que partamos decididos y felices hacia la vida perdurable y bienaventurada, que es en Cristo Jesús, Señor nuestro, del cual es la gloria por los siglos de los siglos. Amén

San Gregorio Nacianceno

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