OREMOS PARA QUE EL SANTO PADRE CONSAGRE RUSIA AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA, TAL Y COMO LO PIDIÓ LA SANTÍSIMA VIRGEN EN FÁTIMA

Monseñor Marcel Lefebvre

"... sin ninguna rebelión ni amargura ni resentimiento, proseguiremos nuestra obra a la luz del Magisterio de siempre convencidos de que no podemos rendir mayor servicio a la Iglesia, al Papa y a las generaciones futuras. Y seguiremos rezando para que la Roma actual infestada de modernismo llegue a ser otra vez la Roma Católica..."

Ramiro de Maeztu

"Venid con nosotros, porque aquí, a nuestro lado, está el campo del honor y del sacrificio; nosotros somos la cuesta arriba, y en lo alto de la cuesta está el Calvario, y en lo más alto del Calvario, está la Cruz."

"Vosotros no sabéis por qué me matáis, pero yo sí sé por lo que muero, para que vuestros hijos sean mejores que vosotros"

miércoles, 23 de septiembre de 2009

LAS MONJAS DEL PRESERVATIVO, EL ABORTO Y EL SACERDOCIO FEMENINO


La Primera de Televisión Española emitió días atrás un reportaje titulado “Mujeres de Dios” en el que se puede ver a una serie de monjas defendiendo, entre ataques a la jerarquía de la Iglesia, una serie de típicos-tópicos del progresismo eclesial. Las “hermanas” se muestran favorables al uso del preservativo, a una nueva “visión” sobre el aborto que parta del derecho a decidir de la madre y, cómo no, al sacerdocio femenino.

El vídeo, lo puedo adelantar ya, va a ser visionado en Roma, lo cual tiene su interés ya que una de las monjas dice en el reportaje que ellas sólo tienen como autoridad superior a la Santa Sede. Pues muy bien hermana, de eso se trata. De que la Santa Sede vea lo que ustedes dicen ante las cámaras de un programa de la televisión pública española. No podrán alegar que ha sido cámara oculta o que se les ha engañado para sacar declaraciones “escandalosas”. No, ustedes son como son, piensan como piensan y lo que toca ver es si la Iglesia acepta que sigan siendo monjas católicas. No es que yo piense que vayan a tomar serias medidas contra ustedes. A estas alturas me sorprendería una reacción contundente por parte de Roma, pero ¡quién sabe? Lo mismo han vertido la gota que faltaba al vaso de una futura visita apostólica a las religiosas españolas que siga el modelo de la que está teniendo lugar en EE.UU.

En relación a los argumentos esgrimidos por estas “hermanas del disenso", la cosa va desde la simpleza más burda a la elaboración anti-magisterial más aguda. Choca, ciertamente, ver a una monja decir que los obispos, al ser célibes, no están capacitados para hablar de asuntos como la anticoncepción. Hombre, no me imagino yo que el progresismo de estas monjas les lleve a ser unas expertas en las relaciones sexuales entre hombres y mujeres. Eso ya sería demasiado y lejos de mí suponer semejante “cualidad” en ellas. Pero es que ese argumento es tan absurdo como decir que un cura no puede aconsejar a unos padres sobre la forma de tratar a sus hijos porque, al fin y al cabo, él no los tiene.

En el reportaje aparece un sacerdote religioso que, sin la menor duda, es una especie de oasis en medio de tanto desierto anti-eclesial. Preguntado por el sacerdocio femenino responde que el magisterio ya se ha pronunciado sobre el tema y que quien quiera saber las razones de la Iglesia no tiene más que leer sus documentos. Curiosamente, o no tanto, es la conocida y nunca suficientemente bien ponderada sor Lucía Caram, OP, la única monja que hace referencia a la “ordinatio sacerdotalis” de Juan Pablo II, explicando que el anterior Papa dio por zanjado ese tema. Sor Lucía piensa que la cuestión no variará en mucho tiempo aunque deja abierta la ventana a un posible cambio en un futuro lejano ya que “la gente seguirá pensando y seguirá luchando por sus derechos“. Además ella dice que no le interesaría ser sacerdotisa mientras se mantenga el modelo actual de sacerdocio. Es decir, que lo que realmente quiere es que la Iglesia cambie su doctrina sobre el sacerdocio. Cualquier protestante estaría de acuerdo con ella en ese punto.

Aparece también una escolapia, ya jubilada, que riza el rizo al hablar de aborto y mostrarse favorable, entre otras cosas, al derecho de la mujer a decidir. O sea, a abortar. No quiero ni imaginarme lo que diría San José de Calasanz de una monja así, pero sospecho que duraría de escolapia menos tiempo que el que tarda Usaín Bolt en correr los cien metros lisos.

Otra de las peculiaridades de algunas de estas monjas es que, siendo en teoría de clausura, están felicísimas de no ser de clausura. Me explico. Han buscado, y conseguido, librarse de la famosa “reja". Han buscado, y conseguido, ser libres para ir de acá para allá, para recibir visitas como si vivieran en un piso de la Gran Vía madrileña y para, en definitiva, hacer del término “clausura” una farsa. Contrastan ciertamente con ese otro convento de monjas carmelitas que aparece en el reportaje. Esas sí son de clausura, de nombre y de espíritu.

Con todo, lo que más me preocupa es cuando se muestra una especie de simulacro de misa, con pan y vino, celebrado sólo por mujeres, siendo que la más joven de ellas podría ser casi mi abuela. Me pregunto si pretenden que ahí hay verdadera consagración. Obviamente no la hay, pero es que estamos hablando ya de una separación de la doctrina de la Iglesia que sobrepasa todos los límites.

En resumidas cuentas, no puedo dejar de preguntarme a qué aspiran de verdad esas mujeres. Sus objetivos, y creo que ellas lo saben, son completamente irrealizables en el seno de la Iglesia Católica. Llevan viviendo una gran mentira durante buena parte de sus vidas. Y sirven de coartada para todos aquellos que desde fuera de la Iglesia acusan a la misma de ser una reliquia del pasado que convendría eliminar. Luego se quejan de que algunos hablemos de quintacolumnismos decrépitos. El reportaje demuestra que existen.


Luis Fernando Pérez
Fuente "infocatolica.com"

2 comentarios:

  1. Como Carmelita de clausura---- de las de VERDAD---- simplemente quisiera dar testimonio, ante el Señor, y para el mundo, al menos el que tenga ojos para ver y oídos para oír, que somos muchas las que vivimos de modo totalmente contrario a esas que ni siquiera, en su lamentable ofuscación, pueden presentar el más mínimo argumento sensato. Ellas probablemente no van a sufrir persecución, pues ellas mismas, Dios las ilumine y perdone, se muestran como perseguidoras, en vez de esposas, del Señor y de su Iglesia, desde dentro, en vez de ser como debían ser, memorial esponsal de laIglesia.

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  2. Estimada en el Señor;
    Son, gracias a Dios, muchas las Esposas de Nuestro Señor, y no solo en la Orden Carmelita, las que se esfuerzan en guardar fielmente sus Santas Reglas tal y como las dejaron sus fundadores, Y ellas si que sufren persecuciones por ello. Roguemos a Dios Nuestro Señor y a su Santísima Madre que las ilumine a todas y las aguas vuelvan a su cauce.

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