OREMOS PARA QUE EL SANTO PADRE CONSAGRE RUSIA AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA, TAL Y COMO LO PIDIÓ LA SANTÍSIMA VIRGEN EN FÁTIMA

Monseñor Marcel Lefebvre

"... sin ninguna rebelión ni amargura ni resentimiento, proseguiremos nuestra obra a la luz del Magisterio de siempre convencidos de que no podemos rendir mayor servicio a la Iglesia, al Papa y a las generaciones futuras. Y seguiremos rezando para que la Roma actual infestada de modernismo llegue a ser otra vez la Roma Católica..."

Ramiro de Maeztu

"Venid con nosotros, porque aquí, a nuestro lado, está el campo del honor y del sacrificio; nosotros somos la cuesta arriba, y en lo alto de la cuesta está el Calvario, y en lo más alto del Calvario, está la Cruz."

"Vosotros no sabéis por qué me matáis, pero yo sí sé por lo que muero, para que vuestros hijos sean mejores que vosotros"

sábado, 17 de mayo de 2014

LA VOZ DE LA TRADICIÓN CATÓLICA


SOBRE EL SACRAMENTO DE LA EXTREMAUNCIÓN

"si alguien recibe con salud, o sea, sin estar enfermo, el Sacramento de la Extremaunción, aquel Sacramento no es válido"
Y vemos como es el mismo Nuestro Señor Jesucristo que ha instituido todos los Sacramentos, los siete, ni seis ni ocho, hay solamente siete Sacramentos instituidos por Cristo y vemos cómo Cristo mismo instituyó los Sacramentos en sus detalles. Por ejemplo, es Cristo mismo que escoge el agua para el Sacramento del Bautismo, y también vemos en la epístola de Santiago cómo está escogido el Santo Oleo el aceite de oliva para hacer los Sagrados Oleos. Y es así que también lo definió el Concilio de Trento. Por lo cual esta participación a la vida de la gracia tiene que tener como consecuencia para nosotros el mantenimiento de las fuentes de la gracia que son los Sacramentos. Si queremos mantener estas fuentes de la gracia, si queremos recibir la gracia, tenemos que mantener los Sacramentos como nos han sido transmitidos a través de la Santa Tradición. Del mismo modo que no podemos cambiar la Fe, tampoco podemos cambiar estos Sacramentos porque estos Sacramentos forman parte del depósito sagrado de la Fe. Si queremos tener la gracia, si queremos transmitir la gracia, si queremos vivir la vida de la gracia, esta vida divina, tenemos que mantener estos Sacramentos.

Y como ejemplo daremos el Sacramento de la Extremaunción: si alguien recibe con salud, o sea, sin estar enfermo, el Sacramento de la Extremaunción, aquel Sacramento no es válido. Y por eso tenemos que rechazar esa costumbre que algunos mantienen en sus diócesis de dar la Extremaunción a aquellas personas que tienen una edad superior más o menos de 65 años o cuando han pasado una cierta edad. Porque aquellas personas que no están enfermas no reciben aquel Sacramento de una manera válida y, por tanto, tampoco reciben la gracia de Dios. El Sacramento de la Extremaunción dado a una persona que no está enferma, es un Sacramento inválido y, por tanto, no puede transmitir la gracia de Dios. Santiago mismo, en su epístola, nos dice que si alguien está enfermo llevemos un sacerdote, que el sacerdote dé unciones y Dios le devolverá la salud del alma y tal vez la salud del cuerpo (Santiago 5, 14-15). Vemos como Santiago precisa que tiene que ser un enfermo, no una persona que tiene salud.


Extracto del sermón pronunciado por Mons. Lefebvre, el día 20 de abril de 1980 en el Priorato de Santiago Apóstol de Madrid.

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