OREMOS PARA QUE EL SANTO PADRE CONSAGRE RUSIA AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA, TAL Y COMO LO PIDIÓ LA SANTÍSIMA VIRGEN EN FÁTIMA

Monseñor Marcel Lefebvre

"... sin ninguna rebelión ni amargura ni resentimiento, proseguiremos nuestra obra a la luz del Magisterio de siempre convencidos de que no podemos rendir mayor servicio a la Iglesia, al Papa y a las generaciones futuras. Y seguiremos rezando para que la Roma actual infestada de modernismo llegue a ser otra vez la Roma Católica..."

Ramiro de Maeztu

"Venid con nosotros, porque aquí, a nuestro lado, está el campo del honor y del sacrificio; nosotros somos la cuesta arriba, y en lo alto de la cuesta está el Calvario, y en lo más alto del Calvario, está la Cruz."

"Vosotros no sabéis por qué me matáis, pero yo sí sé por lo que muero, para que vuestros hijos sean mejores que vosotros"

lunes, 19 de mayo de 2014

SOBRE LAS TENTACIONES, II

Tentaciones de San Jerónimo
Y he aquí que ángeles se la acercaron y le servían. Mientras duró la batalla, no dejó que aparecieran los ángeles, con el fin de no espantar la caza; mas, una vez que confundió en todo al enemigo y le obligó a emprender la fuga, entonces aparecieron aquellos. Aprended de ahí que también a vosotros, después que hayáis vencido al diablo, os recibirán los ángeles entre aplausos y os acompañarán por dondequiera como una guardia de honor. De este modo, en efecto, se llevaron los ángeles a Lázaro, salido que hubo de aquel horno ardiente de pobreza, del hambre y de la estrechez más extrema. Ya os lo he dicho antes: muchas son las cosas que aquí muestra Cristo de que hemos de aprovecharnos nosotros. Como quiera, pues que todo esto ha sucedido por nosotros, emulemos e imitemos también su victoria. Si se nos acerca uno de esos servidores que tiene el demonio, y que piensa como él, para provocarnos y decirnos: “Si eres hombre admirable y grande, traslada de sitio esta montaña”, no nos turbemos ni escandalicemos. Respondamos con moderación y con las mismas palabras que oímos pronunciar al Señor: No tentarás al Señor, Dios tuyo. Si nos pone delante la gloria y el poder, si nos ofrece muchedumbre sin término de riqueza a condición de que le adoremos, mantengámonos firme valerosamente.

San Juan Cristóstomo, Sermones sobre San Mateo

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