EL MASTERPLAN
Alguien dejó olvidado en mi oficina médica un sobre grande, cerrado. Después de dos meses nadie lo reclamó. Lo abrí para averiguar la identidad de su dueño. Lo que me encontré fue una gran sorpresa: "El Masterplan para destruir la iglesia", nadie firmaba, no se daba ninguna dirección, nada más que un plan riguroso para destruir la Iglesia de Cristo.
Se dice que hay más de 1.300 comunistas que se han hecho católicos para destruir la Iglesia de Cristo por dentro, para oradarla desde sus entrañas. Yo no sé si es cierto, pero lo que si es cierto es que el "Masterplan" es una obra maestra, de increíble audacia que, si llega a trabajar, puede desquebrajar desde sus cimientos la Iglesia Católica.
Según el Masterplan la Iglesia debe estar arruinada para el año 1980.
Me he animado a publicarlo porque estoy seguro que ayudará a abrir los ojos a muchos sacerdotes y buenos cristianos, antes de que sea demasiado tarde.
¡Alerta, amigo! Alguien trabaja duro contra tu Iglesia. ¡Abre tus ojos! ¡No duermas, que el diablo está despierto!
El Masterplan parece algo perfecto. Consta de tres partes: Lo primero, el plan concreto de destrucción. Lo segundo, como llevarlo a cabo, paso a paso. Lo tercero, quien lo va a realizar.
La esencia del Masterplan parece es increíblemente sencilla: Consiste en implantar el amor y adoración al hombre, y quitar el amor y adoración a Dios. El Masterplan razona así: Una vez que haya desaparecido el amor a Dios, los hombres no se pueden amar, sino que se odiaran.
Así es que la meta consiste en reducir el primer mandamiento de la Ley de Dios a que diga: "Amar al prójimo como a ti mismo", quitando la primera parte que dice: "Amar a Dios sobre todas la cosas, con todo tu corazón; con toda tu alma y con toda tu mente".
El plan es muy atrayente, porque todo se hace en nombre de una gran causa: Del amor al prójimo. Y con este lema, nada menos que en nombre del "amor", se consigue facilmente la colaboración sincera de buenos católicos, de sacerdotes y de obispos, para tratar de terminar con el amor a Dios, con el amor a la fuente de todo amor. En nombre del amor se trata de conseguir el odio a la esencia del amor, que es Dios.
Quizás ahora, querido amigo, no se percate de la transcendencia incalculable de este plan. Estoy seguro que según vaya conociendo los detalles se dará cuenta de que es sencillamente diabólico; que conduce a la destrucción de la Iglesia de Cristo desde dentro; que conduce a destronar a Cristo del alma de los cristianos... y en definitiva... a la destrucción del amor al prójimo. Porque el amor al prójimo no puede subsistir sin la base esencial del amor a Dios, como muy bien reconoce el Masterplan.
En la descripción del Masterplan encuentras algo que se parece a la realidad, no es pura coincidencia.
J. Domínguez
Continuará
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