OREMOS PARA QUE EL SANTO PADRE CONSAGRE RUSIA AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA, TAL Y COMO LO PIDIÓ LA SANTÍSIMA VIRGEN EN FÁTIMA

Monseñor Marcel Lefebvre

"... sin ninguna rebelión ni amargura ni resentimiento, proseguiremos nuestra obra a la luz del Magisterio de siempre convencidos de que no podemos rendir mayor servicio a la Iglesia, al Papa y a las generaciones futuras. Y seguiremos rezando para que la Roma actual infestada de modernismo llegue a ser otra vez la Roma Católica..."

Ramiro de Maeztu

"Venid con nosotros, porque aquí, a nuestro lado, está el campo del honor y del sacrificio; nosotros somos la cuesta arriba, y en lo alto de la cuesta está el Calvario, y en lo más alto del Calvario, está la Cruz."

"Vosotros no sabéis por qué me matáis, pero yo sí sé por lo que muero, para que vuestros hijos sean mejores que vosotros"

martes, 4 de marzo de 2014

NUESTROS MÁRTIRES

Ismael Molinero Novillo
Ismael Molinero Novillo, nació en Tomelloso (C. Real) el 1 de mayo de 1917, vivió entre las dos guerras mundiales, y murió prisionero durante la guerra civil en Zaragoza, el 5 de mayo de 1938. 

Era el quinto de once hermanos. El padre era herrero de profesión y la madre tenía que ocuparse de la numerosa familia. Empezó a estudiar en el Colegio de la Milagrosa, que pronto tuvo que abandonar para ayudar a la familia y lo colocaron a trabajar como dependiente de comercio.

Demostró ser un buen estudiante, inteligente y trabajador, tanto en el Colegio de la Milagrosa como en la escuela, con unas dotes especiales para tratar a la gente y para el arte y la creatividad, lo que demostró en el comercio, en la decoración de los escaparates, en la atención a los clientes, tocaba la guitarra, recitaba poesías, montaba y dirigía obras de teatro, por lo que fue muy apreciado por sus jefes. Era, además, el líder de la pandilla de amigos que lo admiraban por su carácter extrovertido, divertido y alegre.

Por medio de un amigo ingresó en la Juventud de Acción Católica en 1934 y, sin cambiar de vida y de trabajo, ni perder la alegría, comenzó a cuidar y atender a los pobres del pueblo y a los ancianos desamparados del Hospital – Asilo, ayudando a las Hermanitas de los Desamparados, y alegrándoles su vida con la guitarra, las canciones y los bailes.

Hizo Ejercicios Espirituales en el Seminario de Ciudad Real en 1935 e impresionó mucho a los sacerdotes y seminaristas por su piedad y devoción a la Eucaristía. El Padre Sánchez-Olivas, que fue asesinado, al terminar los Ejercicios Espirituales y despedirse de los jóvenes, cuando llegó a Ismael, se puso de rodillas y le besó los pies, lo que ninguno ha podido olvidar.
El año 1937 fue movilizado por el ejército de la República, combatió en el frente de Teruel y, en febrero de 1938, fue hecho prisionero en la batalla del Alfambra. Lo llevaron con cientos de milicianos a unas parideras de ganado que utilizaron provisionalmente como prisión en Santa Eulalia del Campo. Como ese invierno fue uno de los más duros que se han conocido, con temperaturas de más de veinte grados bajo cero y cubierto de nieves heladas, enfermó de pulmonía que degeneró en tuberculosis.
En la prisión continuó ofreciendo su vida a Dios, en silencio, por la paz, a pesar de la enfermedad, pudiendo haber obtenido la libertad con haber dicho simplemente que era el tesorero de la Acción Católica de Tomelloso.

A mediados de febrero de 1938, fue trasladado al Campo de Concentración de San Juan de Mozarrifar, cerca de Zaragoza, y continuó el martirio del silencio hasta que, próximo a morir abrió, por primera vez, sus labios para pedir la confesión y la comunión. Murió en el Hospital Clínico de Zaragoza, el 5 de mayo de 1938, desde donde se extendió su fama de santidad por Zaragoza, donde lo empezaron a conocer como Ismael de Tomelloso.

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